img
Blog

Sigo en fase “brazos caídos” en mi página. Muchos días escribo cosas pero al releerlas las he borrado ya que me veo siempre dando vueltas a lo mismo. Hoy no se por qué razón, estas líneas han pasado el filtro.
Para cuando queramos darnos cuenta llevaremos un año viviendo a merced del COVID. Quién nos lo iba a decir. Increíble, pero desgraciadamente cierto.
Unos lo han sufrido en toda su intensidad y otro han tenido más suerte, la salud ha inclinado la balanza. Ha pasado el tiempo y han sucedido cosas suficientes para poder decir, sin reparo, que la vida ha cambiado.
Lamentablemente, muchos hemos dado un vistazo atrás para darnos cuenta de que podíamos haber aprovechado mejor un montón de oportunidades. Qué este tiempo no se recupera y que el calendario pasa inexorablemente. Es la gran diferencia entre hacer lo que quieres o lo que puedes.
Hay días que resulta difícil mantener la moral alta, la ilusión, las ganas por hacer planes pero la resignación no es la mejor solución y lo mejor es adaptarse.
Quien me iba a decir que un trabajo ligado al ocio podría llegar a resultar por momentos frustrante. Todos los planes, proyectos, ilusiones, parecen dibujarse un poco más lejos. El horizonte se mueve, se quiere alejar más. Soñamos con sentirnos como antes, en tener oportunidad de invertir en experiencias y no en cosas. Esa frase tan recurrente, y que queda tan bonita, se hace más real y necesaria que nunca.
Los humanos somos buscadores de felicidad y el mejor vehículo es tener hobbies, sueños, inquietudes y amigos con las que compartirla.
Siempre es momento de recordar pero no podemos dejar de crear recuerdos.
Toca ordenar la pirámide de la vida.
Ánimo a todos
Foto: A. Epelde/ZIKLO-TEAM