Autor: jon

 

 

TIPOS DE PROTEINAS Y CUÁNDO TOMARLAS

 

La proteína es uno de los tres macronutrientes, junto con los carbohidratos y las grasas. Al igual que sus compañeros, las proteínas desarrollan funciones importantes en el cuerpo humano, que lo ayudan a trabajar correctamente.

Este macronutriente es esencial para el crecimiento, síntesis y mantenimiento de tejidos, tales como los músculos, ayudan a mover moléculas esenciales alrededor del cuerpo, facilitan las reacciones químicas, y muchas otras funciones importantes.

La Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva3 determina que las necesidades de proteínas aumentan al realizar entrenamiento muscular de forma regular e intensiva ya sea en deportes de resistencia o fuerza. Las proteínas juegan un papel decisivo en la regeneración y desarrollo muscular del ciclista siendo las necesidades diarias cuando se practican ejercicios de resistencia de 1-1,6 g/kg mientras que cuando la actividad en los entrenamientos es de fuerza las cantidades aumentan al 1,6-2 g/kg.

¿QUÉ TIPO DE PROTEÍNAS EXISTEN?

 

En el mercado existen diferentes opciones de proteína pudiendo clasificarlas según su origen en: animal o vegetal.

Origen animal:

En general, las proteínas de origen animal son de mayor valor biológico que las proteínas de origen vegetal, aportan una cantidad de aminoácidos esenciales más elevada y una mejor digestibilidad. Dentro de las proteínas de origen animal, las proteínas de suero lácteo son las más consumidas en nutrición deportiva gracias a sus características técnicas. Existen diferentes tipos de proteína láctea entre las que destacan:

  Caseinato: Su particularidad es que su proceso de absorción se produce con una digestión más lenta; liberando aminoácidos al torrente sanguíneo de forma sostenida y constante durante horas.

  Concentrado de suero lácteo: es una proteína de alto valor biológico rica en aminoácidos esenciales y de asimilación intermedia. El contenido proteico es alto y es una excelente opción cuando el deportista requiere incrementar la ingesta de proteína diaria, sobre todo en las horas siguientes al ejercicio para favorecer la síntesis de proteínas musculares.

  Aislado de suero lácteo: es la proteína láctea de mayor pureza al reducir el % de grasa y lactosa en su composición ya que sufre un proceso bien de microfiltración de fujo cruzado (CFM) o intercambio iónico. Mucho más recomendable el proceso de microfiltración al conservar en perfectas condiciones la estructura nativa de la proteína cosa que con el intercambio iónico no sucede al desnaturalizarse parte proteica. Su asimilación es rápida y el aporte proteico máximo, perfecta en periodos con elevados requerimientos de proteínas diarias.

  Hidrolizado de suero lácteo: es la proteína de mayor valor biológico al encontrarse “predigerida” facilita la absorción de los distintos péptidos ricos en aminoácidos esenciales. Posee las mismas propiedades que el aislado de suero lácteo a lo que hay que añadir su facilidad de asimilación al encontrarse en forma de polipéptidos.

 


 

Origen vegetal:

Las proteínas de origen vegetal son una alternativa a las proteínas animales e imprescindibles cuando se adopta una dieta vegana o vegetariana. Este tipo de proteína vegetal son mejor toleradas por la mayoría de la población al generar menos intolerancias (sin lactosa, huevo, gluten, etc…) y ser más sostenibles con el medio ambiente.

Habitualmente, los suplementos a base de proteína vegetal se encuentran combinados con diferentes fuentes de proteína vegetal (ejem: legumbres + arroz) para aumentar el valor biológico del complemento o bien empleando una única fuente como guisante o soja.

Existen diferentes fuentes de proteína vegetal para todos los gustos, sabores y necesidades, como, por ejemplo:

GUISANTE: la proteína del guisante aporta un excelente aminograma ya que cubre prácticamente el 100% de las recomendaciones diarias de aminoácidos esenciales, siendo rica en arginina, lisina y BCAA. Su digestión es más lenta que un aislado/hidrolizado de suero y su textura es tipo smoothie.

SOJA: Una de las fuentes más ricas de proteína vegetal, con un contenido de aproximadamente 40 g de proteínas por cada 100 g y con bajos niveles de grasas saturadas.

CALABAZA: las semillas de calabaza son una fuente de proteína al aportar alrededor de 30 g proteína por cada 100 g de producto. Además son una excelente fuente de grasas, vitaminas y minerales.

SPIRULINA: Es una fuente segura de elementos nutritivos como vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, con el plus adicional de contener proteínas de muy fácil digestión.

 

CUANDO TOMAR PROTEINAS, ¿ANTES O DESPUES DEL EJERCICIO?

Establecer el mejor momento de ingesta de proteínas en el entorno del ejercicio es una pregunta que se repite frecuentemente. Se han realizado multitud de estudios con el objetivo de definir cuál es el mejor momento de ingesta para incrementar masa muscular o regenerar las fibras dañadas durante la actividad física. La literatura científica en este sentido no ha definido de manera clara si la ingesta es mejor realizarla antes o después del entrenamiento, ya que las publicaciones ofrecen resultados variados.

Sin embargo, sí que se establece una posición internacional3 al respecto, donde se concluye que la suplementación repartida a lo largo del día en pequeñas cantidades (20 g cada 3 horas) puede ser la mejor manera de maximizar la síntesis proteica (anabolismo muscular). Es decir, no solo es importante la elección del tipo y cantidad de proteína, sino que establecer un “timing” adecuado es esencial para alcanzar los objetivos.

 

 

Bibliografía:

Esmarck, B., Andersen, J. L., Olsen, S., Richter, E. A., Mizuno, M., & Kjaer, M. (2001). Timing of postexercise protein intake is important for muscle hypertrophy with resistance training in elderly humans. The Journal of physiology, 535(1), 301-311.

Hoffman JR, Falvo MJ. Protein, wich is the best?. Journal of Sports Science and Medicine (2004) 3, 118-130

Jäger, R., Kerksick, C. M., Campbell, B. I., Cribb, P. J., Wells, S. D., Skwiat, T. M., Purpura, M., Ziegenfuss, T. N., Ferrando, A. A., Arent, S. M., Smith-Ryan, A. E., Stout, J. R., Arciero, P. J., Ormsbee, M. J., Taylor, L. W., Wilborn, C. D., Kalman, D. S., Kreider, R. B., Willoughby, D. S., Hoffman, J. R., … Antonio, J. (2017). International Society of Sports Nutrition Position Stand: protein and exercise. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 14, 20.

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Ya estamos a un mes de la celebración de la XII Marcha Cicloturista Juanma Garate 2023 (11 de junio). Un año más el Club Ciclista Irunés pondrá todo su trabajo e ilusión para organizar un prueba que tiene un triple objetivo.
Primero, el hilo conductor de todo, el reconocimiento a Juanma Garate, el excorredor con más destacado palmarés formado en la Escuela de Ciclismo del Bidasoa, y que actualmente es uno de los directores del equipo Pro-Tour EF Education-EasyPost. Juanma, además, es una persona clave en el equipo organizador y no pierde oportunidad para colaborar tanto con la escuela de ciclismo, como en la proyección ciclista de toda la comarca del Bidasoa.
La segunda razón es precisamente la escuela. Si la marcha sale bien, todo el beneficio que se pueda obtener es para ayudar a la escuela. El futuro del ciclismo debe basarse en crear afición y dar facilidades a todos aquellos que quieren iniciarse en él. Ver la ilusión de los más pequeños tiene un valor incalculable.
Y por último, hablaríamos de poner en valor la comarca, ya que el Bidasoa y sus alrededores son un destino con muchos argumentos para disfrutar de la bicicleta. Nuestro recorrido quiere ser un ejemplo, con un espectacular trazado por las sinuosas carreteras bidasotarras, y los pasos por Agiña y Aritxulegi, a los que se unirán Erlaitz y Jaizkibel en el recorrido largo.
Llevamos un tiempo en el que a las «pequeñas marchas» les toca «pelear» con proyectos ambiciosos, que nos hablan de enormes presupuestos, grandes empresas y miles de inscritos. La Juanma, como otras muchas, sigue apostando por el «trabajo de hormiga» y por la cercanía. El gran motor es la ilusión, hacer las cosas con sentimiento, y confiamos, que las razones de las que nos hablan, sean lo suficientemente atractivas para animaros a ir. El compromiso para trabajar duro y que podáis llevaros un gran recuerdo de nuestro territorio están garantizados.
Os recordamos que os podéis inscribir a través de la web
Recordad, tenéis una cita el próximo 11 de Junio.
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Seguimos siendo fieles y cabezones con nuestra cita con el Giro. Nos gustan sus recorridos, puertos, emboscadas, sorpresas y sobre todo,  como se vive el ciclismo en Italia. El ciclismo en Italia tiene algo especial y cada edición esconde mucho más de lo que se ve a simple vista.

Hemos viajado muchas veces a Italia, y siempre hay algo que  nos sorprende. Qué bonito es romper el guión, y el Giro lo sabe hacer

¡Ya te puedes descargar la Guía del GIRO 2023!

Gracias a Javi Fuertes que sigue fiel a su cita «con las grandes»  y con el apoyo del equipo de APM y Ziklo os acercamos con todo nuestro cariño, una completa Guía  para no perder detalle de todo lo que nos espera en las carreteras italianas.

Análisis, comentarios, perfiles, altigrafías, favoritos, dorsales…

 

xx GUIA Giro D’Italia 2023 xx(1)

 

 

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Incomprensible retraso

Ya lo dice el refrán: “En casa del herrero, cuchillo de palo”. Como casi siempre, el sabio refranero acierta plenamente. ¿Cómo es posible que un amante como yo de las subidas duras no hubiese subido hasta este mismo verano Xoxote?

¿Desconocimiento tal vez? Nada más lejos de la realidad. Acababa de comprar mi primera bicicleta da carreras allá por 1997 y soñaba con subir el Mortirolo cuando un amigo del colegio, que de pequeño había vivido en Azpeitia, me habló de la subida a Xoxote. No supo calibrarme su dureza, pero sí que me insistió en que pese a ser más corta, podía tener rampas similares o incluso peores que las del gigante de la Valtellina. Y eso en 1997, sin la aparición en escena de puertos como el Zoncolan o el Angliru, era decir mucho; quizás demasiado, porque parecía hasta exagerado. ¿Cómo iba a haber algo más duro que el Mortirolo y además al lado de casa?

¿Por qué no me acerqué? No lo sé, pero es evidente que mi amigo Eneko no andaba desencaminado. Pasó el tiempo y ahí quedó eso. El siguiente en volver a poner a Xoxote en el foco fue nuestro amigo Berritxu. Aitor nos mostró y comentó en el foro de APM fotos de la subida e incluso un perfil sacado desde el mismo ciclotour, y calificó la subida como muy dura. Ese post data de 2012 y volvió a llamar mi atención. Pero, y de nuevo formulo la pregunta, ¿por qué no fui? No lo sé, no podría responder ni dar una razón concreta. Azpeitia es un lugar muy frecuentado en mis salidas porque no me queda lejos y tiene una buena conexión y muchos puertos de paso interesantes, que permiten hacer rutas atractivas. Quizás al saber que Xoxote es una subida sin salida me echaba para atrás, pero tanto como para no ir a conocerlo… Inexplicable.

Finalmente, casi 25 años después de que supiera de su existencia, fui a visitarlo este verano. Esta vez sí lo tenía en mente y el motivo es que estaba preparando el viaje en BTT a Italia de julio. La bicicleta de montaña la tenía abandonada y quería retomar sensaciones olvidadas. Con la Malga Palazzo en mente, diseñé una etapa corta pero muy dura: lo más extremo que tenía y conocía cerca de casa. Y entre esas subidas incluí Xoxote. El día de autos, tuve que preguntar, llegado al paseo que hay entre Azpeitia y Azkoitia, por el inicio de la subida, aunque ya intuía donde estaba simplemente mirando al monte de mi derecha, al cual jamás le había prestado atención, pero estaba ahí. Y lo más curioso es que siempre había estado ahí. Impensable que se escondan 1000 m de desnivel hasta la antena desde el cruce donde comienza la ascensión.

Mis sensaciones de aquel día y empiezo por el final, fueron un tanto engañosas. Iba con un desarrollo muy corto al estar probando las multiplicaciones a utilizar unas semanas después en los colosos italianos. Con esos desarrollos la subida no se me hizo dura, pero sí que me impresionó. Mi sensación fue de un tramo inicial muy irregular y una segunda parte, ya dentro del hormigón, más constante y quizás con rampas un poco menos extremas, pero sin descansos. La parte de la pista me pareció la más sencilla de todas, exceptuando la rampa final previa a llegar a la misma antena de Erlo, que me pareció la más empinada de toda la subida.

Recuerdo, al acabar, comentar en el grupo que tenemos en la revista, la posibilidad de incluir esta subida en algún número si cumplía las condiciones mínimas requeridas. Y estas eran las de que fuera una carretera transitable para una bicicleta de carretera tanto en la subida como en la bajada (al no tener salida hay que bajar por donde se sube) y por tanto no se puede proponer o aconsejar una subida que no cumpla ciertos requisitos mínimos.

 

Paso previo: obtención del perfil

Javi y yo, impulsores de la idea, pusimos rápidamente a Josemi en canción con la obtención del perfil. Sabemos que, si nuestro compañero tiene buenos mapas a los que acudir, esto para él más que un trabajo es un reto y un pasatiempo. Josemi no tardó ni un día en pasarnos en un Excel todos los datos de la subida, increíblemente detallados. Javi tardó lo que se tarda en suspirar para dibujar el primer perfil de la ascensión. A partir de ahí había dudas de dónde terminaba el asfalto y comenzaba el hormigón, porque su final y el inicio de la pista Josemi los tenía muy claros. Entre ambos y con ayuda de la tecnología actual, y echando mano de vídeos que no sé cómo encontraron pero que están en la red, fueron capaces de calibrar con una precisión asombrosa casi todos los detalles de la ascensión: punto exacto de inicio del hormigón, pasos canadienses, barrera que impide el paso de vehículos no autorizados, cruces, caseríos. Ya os lo digo, asombroso.

Pero faltaba lo más importante, había que ir in situ para calibrar varias cosas.

  • La primera era ver el estado de la subida, del asfalto y de la pista de hormigón. Una cosa es subir y bajarlo con una BTT y otra muy distinta ir con la bicicleta de carretera.
  • La segunda era la de corroborar todos los detalles del perfil obtenidos sobre el terreno: ver si eran ciertos. Asegurarse de que todo estuviera en regla.
  • La tercera era calibrar la verdadera dureza de la subida sobre una bicicleta de carretera y con los desarrollos de una bicicleta de carretera. La BTT podía haberme dado sensaciones diferentes y era necesario corroborarlas con ruedas finas y otros desarrollos.

 

Día de autos

Finalmente, el viernes 2 de diciembre quedamos a pie de puerto Javi, un servidor, el fotógrafo Antxon y Jon para hacer la sesión fotográfica, dilucidar y decidir sobre el terreno si el puerto era publicable o había que descartarlo muy a nuestro pesar. Nos acompañó también el también laudiotarra Iñigo, buen amigo de esta revista y que no pudo vestirse de corto por estar resfriado.

Fui en persona una hora antes de juntarme con ellos a subir el puerto y captar sensaciones que quizás en grupo y pendiente de las fotos podían ser algo distintas. De ese modo no iba a tener dudas. Tenía bastante claro a qué me estaba enfrentando: el perfil hablaba de 5,2 km al 12,7% hasta el inicio de la pista, pero entrando más al detalle podías también ver que eran 4 km al 14%, o incluso 2,1 km al 16%. La verdad que asustaba: no son números habituales incluso para subidas duras.

Mis sensaciones en verano habían sido las siguientes: el tramo de asfalto estaba en buen estado, con rampas muy duras que se alternaban con descansos, por tanto, un terreno muy desigual.

Correcto. La subida con la flaca corroboró completamente dicha sensación. El tramo de asfalto son exactamente 2700 m. De los cuales el primero es con diferencia el más suave de todos: con un 7,1% de media, tiene algunos picos máximos del 14% y pendientes sostenidas por espacio de 200 m de casi el 12%. Por tanto, son 1000 m irregulares, pero no extremos, que dan una media normal de 7%, pero sin ser constantes y anticipando a pequeña escala lo que van a ser los 1700 m siguientes.

La primera gran rampa no se hace esperar y aparece en los primeros 200 m del Km 2. Visualmente no engaña y se ve desde lejos. Van a ser 200 m al 16% y con máximas ya del 21%. Al no ser excesivamente larga y cogernos frescos, se pasa bien; más si cabe si a su final nos esperan 200 m al 2% que sirven para recuperarnos. La siguiente rampa, aún en asfalto, más que una rampa es una pared porque dura 1 km exacto al 15,3% de media. Este tramo vuelve a ser muy irregular y en cuatro puntos distintos tiene puntas del 20%, por tanto, tiene topes muy duros que se combinan con rampas más suaves, pero en ningún momento vamos a bajar de un 12%. Mi sensación con la bicicleta de carretera es que dentro de este kilómetro había zonas de recuperación y otras de máximos, otorgando a la subida esa irregularidad que había notado en julio con la BTT. El final de este tramo viene con un descanso de 100 al 2%. Los 200 m siguientes que son los últimos de asfalto arrojan una pendiente del 8,5%. No son un descanso, pero, viniendo de donde venimos, sí son un alivio importante.

Hormigón: Las mismas sensaciones de julio: rayado, en muy buen estado, y donde la bicicleta desliza perfectamente y el rozamiento es mínimo pese a tratarse de ese material. Correcto de nuevo. La bicicleta de carreras desliza perfectamente. No supone un añadido de fuerza o vatios para pasar las rampas. Esto no es el hormigón del Forcella que te deja literalmente pegado al suelo: aquí la bicicleta desliza bien. Está limpio y no supone problema alguno. La verdad es que me produjo un alegrón porque supe en ese momento que si la cosa no empeoraba mucho en los metros siguientes, el puerto se podía publicar perfectamente. Faltaría ya la prueba del algodón con el descenso para corroborar las sensaciones del ascenso, pero la experiencia ya es un grado y tenía bastante claro que no iba a haber problemas. Eso fue un subidón, y necesario, porque lo que venía de ahí en adelante era serio de verdad, y tenía razón Eneko: el general Mortirolo no tiene ni por asomo 2 km seguidos como los que vienen a continuación en Xoxote.

El hormigón empieza pegando fuerte: 100 m al 8,4%, seguidos de 100 m al 15% con una máxima del 22%, y otros 100 m al 21,2% con la máxima pendiente de la subida (23%) al pasar por el caserío Goikosaletxe. Tras este calentón viene el último descanso del puerto con 100 m al 5%. A partir de ahí comienzan los 2100 m finales hasta el final de la subida y el inicio de la pista a la increíble media del 16%. Es casi una rampa toda ella, si bien esta parte de la subida tampoco es constante y tiene algunos tramos más difíciles que otros. Al doblar la primera curva y encarar los primeros metros de una rampa interminable nos damos de bruces con una barrera que impide el paso de vehículos no autorizados y que está candada con llave. No hay problema para las bicicletas porque puedes sortearla por ambos lados: eso sí, hay que desmontarse y luego arrancar en un 20% que es la pendiente que hay en ese momento concreto. Al final de esta rampa que parecerá no tener fin, que atraviesa un paso canadiense y cuya media durante los 800 m que tiene es el 16,5%, se llega a una herradura a derechas, la más espectacular de toda la ascensión y con unas vistas impresionantes sobre su trazado, el valle de abajo y el entorno en el que nos encontramos. La pendiente lejos de suavizar mantiene toda su dureza, y no será hasta la siguiente herradura, esta de izquierdas, donde tendremos un pequeño alivio por espacio de unos centenares de metros. Y digo pequeño porque en ningún momento vamos a bajar de un 12,5%, pero esos cinco puntos de descenso en la inclinación se notan y se agradecen. El final, ya en la parte alta de la montaña es muy parecido al tramo de asfalto: combina tramos muy duros y por encima del 20% con otros donde la pendiente baja a la mitad; por tanto hay que llegar con fuerzas para pasar estos topes, que se hacen notar. Ya sin previo aviso, y en el Km 5,23 el hormigón se acaba y nuestra subida con la flaca llega a su fin. Ese punto concreto tampoco sería Xoxote que está un poco más arriba, pero dada la proximidad le damos su nombre a la subida hasta este lugar.

 

¿La subida ha terminado?

Para una bicicleta de carretera propiamente dicha diría que sí. Esa es la subida que os presentamos y hasta donde os animamos a subir. Sus números son contundentes y le otorgan, de lo que conocemos, el primer lugar en dureza de las subidas guipuzcoanas y está en el pódium de las de las tres provincias vascas.

Pero nos encontramos a 757 m de altitud y queda monte por subir y una pista a través de la cual poder hacerlo. Si hemos venido con una bicicleta gravel o una BTT podemos seguir sin problemas hasta la misma antena de la montaña, que recibe el nombre de Erlo. Una advertencia: a los 200 m de entrar en la pista, hay una rampa de 100 m a casi el 17% que es un pedregal, no es ni pista. No pasa nada, te desmontas si no te ves seguro, la pasas andando y sigues luego en la bicicleta. El resto de la pista está decente y es solo esta rampa concreta la que está mal para ser pasada incluso en una BTT.

Desde el inicio de la pista hasta el final serán 2400 m al 10,8% de media. Hay descansos, no muchos, pero las pendientes ya se sitúan salvo en algunos tramos concretos sobre el 10-12%. Claro que con la dificultad añadida de que ahora estamos en una pista. La que sí es dura de verdad es la rampa final, la que te lleva a la misma antena de Erlo: son 100 m, pero son duros de verdad. Si la meteo acompaña y vais con la montura adecuada sí que os animaría a continuar hasta la antena; en caso contrario se deja la ascensión en el final del hormigón que no es ninguna broma y ya de por sí constituye una subida de una dureza destacable.

El descenso me corroboró lo que ya había percibido durante el ascenso: no hay ningún problema para bajarlo con una bicicleta de carretera con frenos de zapata. Precaución por supuesto, pero no hay que tener ninguna virtud especial para poder bajar el puerto.

 

Consejos

Dado el buen estado del hormigón, el consejo va encaminado a escoger un desarrollo adecuado. A estas alturas, visto el perfil y tras el detalle de tramos concretos ya explicado, supongo que nadie tendrá dudas de que hace falta un desarrollo muy corto. Todo lo que sea acercarse a una relación 1 a 1 no está de más, es decir, mismos dientes de plato y de piñón. Yo lo subí con un 30×30 y con esa multiplicación se hace bien: las rampas máximas no son tan extremas como para ponerte en aprietos con ese desarrollo. Si bien hay que tener en cuenta que durante muchos kilómetros, y por tanto mucho tiempo, vamos a estar inmersos en pendientes del 15% o superiores. A partir de ahí, que cada uno en función de sus cualidades haga sus propios cálculos y estime el desarrollo que precisaría para acometer una subida de este tipo con garantías.

 

Merece la pena

Además del reto que la subida supone, estamos hablando de afrontar la subida más dura de Guipuzkoa, en la que el entorno y el paisaje merecen mucho la pena. No es el típico bosque cerrado con pendientes brutales de muchos puertos de pendientes parecidas. Es un trazado bello y plagado de cruces, caseríos y zonas de interés en su parte asfaltada. Su parte hormigonada, sobre todo una vez que se llega a la herradura pasada la barrera, es fantástica, mostrando unas vistas grandiosas del valle y del entorno, asemejándose a ciertos puertos muy vistosos de Cantabria o incluso Asturias.

Es muy habitual encontrarse a caminantes que suben a pie el puerto que, ya digo, es muy conocido en los municipios de Azpeitia y Azkoitia. Fuera de ahí y para los ciclistas de la provincia o incluso ayuntamientos muy próximos es un completo desconocido: motivo añadido para publicarlo en nuestra revista, tan ávida de presentar novedades. Además, y esto es otro añadido, está cerca para muchos lectores de ZIKLO. Quizás ese fue el motivo por el que no hice mucho caso a Eneko: “No podía ser verdad que algo tan duro estuviera tan cerca de casa” En ocasiones tendemos a valorar lo de fuera y lejos y no prestar atención a lo que tenemos cerca, a veces en nuestras mismas narices. Paradojas no solo del ciclismo o el deporte, sino de la vida misma.

 

 

Por Ruben Berasategui

Fotos: Andoni Epelde

Altigrafía: Javi Fuertes, Josemi Ochoa, Juanto Uribarri, Rubén Berasategui/APM

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Ya conocéis la dinámica de nuestras escapadas: un etapón cargado de alicientes (pero con la opción de recortes para el que no quiera hacerlo todo) y una etapa más tranquila con detalles turísticos (en este caso, Calatañazor), aunque el propio Vinuesa es un lugar cargado de encanto.
En la etapa del sábado, tocaremos 3 provincias:/comunidades: Soria, Burgos y La Rioja. 4 puertos serán los protagonistas y os comentamos los detalles de cada subida:
LAGUNAS DE NEILA por Quintanar de la Sierra
Pasado Quintanar de la Sierra, comenzaremos a ascender esta temida ascensión burgalesa, aunque en el mismo cruce con la C-117 nos encontramos ya con la primera rampa, muy corta, al 9%. La subida irá alternando zonas muy tranquilas con otras de repechos, zona llevadera y será en os últimos 3 kilómetros cuando el panorama cambia totalmente, con continuas rampas de doble dígito, hasta un máximo del 17%., eso sí, una vez en la cima, todo lo que nos rodea habrá compensado con creces nuestro esfuerzo.
MONTENEGRO por Las Viniegras
En una larga ascensión de 19 km vamos a coronar la Sierra de las Hormazas desde el valle del río Najerilla y remontando el río Urbión que nace en el Pico y Laguna del mismo nombre. Salvo el kilómetro y medio inicial la primera parte de la subida no encierra ninguna dificultad y nos permite disfrutar tanto del encanto de sus dos pueblos, que dan también nombre al puerto, y de varias áreas recreativas como de un impresionante desfiladero que el río traza entre las escarpadas peñas.
Tras Viniegra de Arriba, la escalada empieza a mostrársenos en su real dureza. Son 5 km que superan el 7% de pendiente media pero con varias rampas por encima del 10%. Las vistas desde el alto son magníficas.
SANTA INÉS por Montenegro de Cameros
Es una larga ascensión, por encima de los 10 km de los que una reciente reparación ha restado algunas decenas de metros, con una pendiente mantenida cercana al 5%, salvo en el tramo central donde se debe superar una rampa máxima del 12%, si bien solo alcanza esa cifra durante una decena de metros.
LAGUNA NEGRA DE URBIÓN por Santa Inés
Un puerto de leyenda, final de etapa de La Vuelta de este año y q será nuestro gran remate final, Todo turista que se adentra en esta Tierra de Pinares tiene una obligación inexcusable: ascender a los 1750 m y disfrutar de este paraje bello, puro y misterioso, musa de leyendas y de películas. Hasta hace unos años siempre debía hacerlo por la subida habitual, algo más corta, pero el intenso tráfico que soporta este lugar en días festivos, ha obligado a asfaltar una pista alternativa, quedando la carretera vieja como ruta de descenso. Ambas confluyen en la barrera del Paso de la Sierra.
La nueva pista no tiene la regularidad de pendiente de su “siamesa”, sino que, tras un par de kilómetros sin esfuerzo alguno, atravesaremos un puente hacia la otra margen del Revinuesa para afrontar otros dos más con pendientes siempre superiores al 10% y máxima del 16%. A continuación, el trazado sube y baja, con alguna nueva rampa, para descender poco después hacia la barrera del Paso de la Sierra. Desde allí hasta el final del asfalto, kilómetro y medio muy exigente otra vez. Y luego que alguien nos cuide la bici, porque los 300 m a pie hasta el pequeño lago glaciar no deben ser disculpa para nadie: no se puede decir que se ha subido a la Laguna Negra y no haber tocado sus aguas.
Nuestro campamento base, salida y final de etapa, será en el Hostal Visontium, que es donde estaremos alojados. https://hostalvisontium.es/ 
Inscripciones escribiendo a info@ziklo.es

Fotos: Andoni Epelde

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27ªEdición

Sábado 24 de junio

 

5 recorridos

Ariégeoise XXL:  204km y 4474m

Ariégeoise: 146km y 3383m

Mountagnole XXL 129km y 2912m

Mountagnole 106km y 2213m

Passéjade/Elec & Elles font l’Ariégeoise 58kmy 717m

 

 

L’ Ariégeoise es toda una fiesta de ciclismo. Un evento popular capaz de unir a aficionados de todos los niveles para disfrutar de la bicicleta. En pocas pruebas podremos decir que tengamos tantas opciones para elegir. El popular, “de todo y para todos”, aquí es más real que nunca. Encabezados por la ciclodeportiva L’Ariégeoise XXL con sus 204 km y 4474 metros, una etapa desafiante, sin tregua, una etapa reina con mayúsculas. A partir de ahí, podemos ir ajustando el kilometraje y desnivel a lo que nos pidan nuestras piernas y preferencias, llegando a la popular Passéjade con sus 58 km y 717 metros de desnivel.

Todos los recorridos tienen su encanto a recorren algunas de esas carreteras tranquilas, entre pequeños pueblos y rodeados de naturaleza, tan características de esta región.

L’Ariégeoise pertenece a la categoría ciclodeportiva, esto implica que sea cronometrada, con su clasificación y con toda la reglamentación y requisitos que se piden para organizar una prueba de estas características en Francia, pero como os comentábamos “huir” del cronómetro es sencillo y hay atractivas opciones para hacerlo.

En la web podréis encontrar los detalles de cada uno de los recorridos, ahora, lo que tocaría es elegir. https://www.cyclosport-ariegeoise.com/

Además, L’Ariégeoise forma parte de la Challenge No Limits Pirineos, creada para agrupar las 3 pruebas ciclodeportivas más carismáticas de Pirineos. En Francia L’Ariégeoise, en España la Qubrantahuesos y en Andorra la 3 Nacions.

En el corazón de Pirineo, muy cerca de España (estamos a 3 horas en coche de San Sebastián o Barcelona), una marcha que merece la pena conocer, y que estamos seguros de que la vas a disfrutar.

 

Recorrido XXL

L’Ariégeoise XXL nos tiene acostumbrados a cambiar de recorrido en cada edición para de esta manera poder conocer las diferentes opciones y puertos que tenemos en la zona. En 2023 vamos a enfrentarnos a un recorrido de 204km y 4474 metros de desnivel. La salida y llegada será en Tarascon sur Ariége y desde el primer kilómetro veremos que no hay bromas, ya que empezamos picando para arriba hasta Val de Sos donde comienza el puerto de Lers. Carretera estrecha, trazado juguetón, un puerto con menos fama de la que se merece pero que en varias ocasiones ha visto pasar el Tour. Breve descenso y nos uniremos con la carretera que viene de Massat para hacer los últimos kilómetros de col d’Agnes, otro de esos puertos que sorprende por cualquiera de sus vertientes. Rápido descenso hasta Aulus le Bain y sin un metro de descanso comenzamos a subir el col de Latrape. No es un puerto duro, pero seguimos acumulando metros de desnivel y regular es importante. Descenderemos hasta Seix y otra vez para arriba, llega el turno del Col de La Core, que, aunque no tenga grandes porcentajes es largo y resultará exigente.

Descenderemos hasta St Girons, rodamos hasta Oust y llegamos a otra zona cliente con un territorio comanche, sin tregua, entre carreteras estrechas con muchos rampones exigentes. Primero subiremos Sarraillé y después nos llega el coco del día en lo que a porcentajes se refiere, con el Mur de la Crouzette para seguir hasta el Col de Portel y “coronar” el Col de La Péguère casi en descenso. Aquí acaba lo duro, largo descenso hasta Foix y 17 kilómetros rodando hasta Tarascon, ojo que la mayoría es picando hacia arriba y si no hemos guardado fuerzas pueden ser un pequeño calvario.

Una vez en Tarascon tocará reponer fuerzas y disfrutar de la fiesta ciclista que se vive en cada edición en la zona de llegada.

El tríptico Port de Lers / Col de la Core / Mur de la Crouzette serían los puntos clave del recorrido, pero conviene no confiarse porque como os decíamos, aquí “no hay tregua”. En los últimos años, el Tour ha visitado en varias ocasiones la zona y siempre han sido etapas de mucha batalla, que han sorprendido a los propios corredores. El 24 de junio, a nosotros nos tocará vivir la nuestra.

 

 

ARIEGE

Ariège es un departamento de la región de Occitanie, situada en un triángulo entre Toulouse, Carcassone y Andorra. La naturaleza es la que marca el territorio, y lugares como el pico Tarbesou, la cascada de Ars, lagos y estanques como Bethmale, Laurenti, Bassiès, o la reserva de Orlu, tienen un encanto muy particular.

Además, no podemos olvidar de sus cuevas prehistóricas que se remontan a más de 14000 años. Los últimos hombres del Paleolítico poblaron esas tierras y cuevas y grutas como Niaux, Mas d’Azil, Bedeilhac, o de la Vache, son muy interesantes para visitar.

Si hablamos de Ariège lo hacemos de autenticidad, en unos de los departamentos de más personalidad de todos los Pirineos. Con carreteras espectaculares y en su inmensa mayoría muy tranquilas, de poco tráfico, que nos permiten muchas opciones à la hora de planear nuestros recorridos.

Una buena oportunidad de olvidarse de la ciudad, de su estrés, de su ritmo frenético, para conectar con la naturaleza, con los demás y contigo mismo, disfrutando de la vida y nuestra querida bicicleta a otra velocidad. Esto es lo que nos prometen desde Ariège y que todo el que la conoce sabe que se cumple plenamente.

Hablando de puertos la oferta crece y con base en Ariège nos esperan suculencias como Lers, Agnes, La Core, Latrape, Port, Mur de Péguère, Plateau de Beille, Chioula, Pailhères, Sept Frères, Marmare, Montségur, Pradel…

 

Recorridos e información

En Ariège te lo quieren poner fácil y disponen de una web en la que podrás encontrar más de 20 recorridos seleccionados que incluyen la posibilidad de ascender los puertos más interesantes. Tendrás detalles de todos los recorridos y la posibilidad de descargarte los tracks.

Más información: https://ariegeoisepermanente365.fr/

 

Fotos: Andoni Epelde

Por Jon Beunza

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En la mejor compañía

 

 

 

Conozco a Alicia González hace ya muchos años. He seguido su trayectoria y he podido presenciar algunos de sus mejores momentos deportivos. Alicia no está elegida al azar. Graduada en Biotecnología en la Universidad de Oviedo, fue formada junto a su hermana Lucía González en el equipo Lointek. La asturiana es una corredora de equipo y una de las pocas ciclistas que se mantienen en el Movistar team desde el inicio de este proyecto, que supuso un hito histórico al ser el primer equipo en proporcionar una oportunidad profesional al ciclismo femenino a nivel estatal. Ella es una ciclista de cuna con mucha experiencia que disfruta del presente y ve con ilusión el futuro.

Además de su trayectoria en ciclismo de carretera ha compaginado su carrera deportiva con el ciclocross (CX), disciplina en la que ha logrado innumerables victorias además de coronarse como campeona de España en todas sus categorías, siendo la vencedora absoluta en 2017.

En la actualidad reside con su pareja el también ciclista profesional Jonathan Lastra (Cofidis) en Bilbao y no se me ha ocurrido mejor manera de hacer este reportaje que saliendo a rodar con ambos y aprovechar la ocasión para reconocer la última parte de la primera etapa del Grand Départ Euskadi del Tour de Francia que tendrá inicio y final en la “Capital del Mundo” el próximo verano.

Gracias, Alicia, por tu sinceridad y sobre todo por tu generosidad al compartir tu historia desde la humildad y sin doblez, como solo la gente sencilla que merece la pena sabe hacerlo. Gracias también a Jonathan por su colaboración y ser el ejemplo de, como dice el refrán pero cambiando el género, “detrás de una gran mujer siempre hay un gran hombre“.

 

Primeros pasos

 

Alicia, empecemos desde el principio, ¿cómo comenzaste en el ciclismo?

Empecé con 5 años como actividad extraescolar en el colegio de Viella donde vivíamos. Además de las carreras federadas, había unos juegos escolares con cuatro carreras en velódromo a las que acudíamos en autobús desde el colegio. Mi hermana, que es cinco años mayor que yo, empezó en el club ciclista Colloto y yo me federé con 6 años en la Escuela de Ciclismo de Viella donde estaba metido mi padre, quien ahora lleva a las féminas cadetes y juveniles. Estuve allí hasta que fiché por el Lointek cuando pasé a sub 23.

En cadetes empecé a correr en el Torneo Euskaldun y la Copa de España y continúe en juvenil. Desde escuelas me fue bien, tanto en carretera como en CX, BTT, y probé pista también. Cuando pasé a sub 23 dejé BTT y pista, donde tuve buenos resultados, pero al final me quedé con lo que me gustaba. Además, los calendarios de CX y carretera son invierno y verano por lo que son complementarios.

En Lointek coincidí varios años con Lucía. Con ella siempre he ido con ventaja porque mi hermana ya había pasado por todo y gracias a ella yo he cometido menos errores. Yo era como una esponja y aprendí mucho de su experiencia. Como te digo, viví el ciclismo desde pequeña por mi padre y con mi hermana.

 

¿Y cómo ha sido correr con ella?

No nos gustaba ir mucho juntas en carretera porque vamos muy pendientes una de la otra. Recuerdo el Giro que corrimos juntas, bajando el Mortirolo, y aunque las dos bajamos bien, pero lo hicimos fatal por ir pendientes una de la otra.

Lucia tiene mucha visión de carrera y le gusta mandar; además lo hace bien. En el equipo es querida por eso y las jóvenes aprenden mucho de ella.

 

¿Cómo estás viviendo esta etapa de oro de Lucía, donde las últimas temporadas se ha coronado como campeona de España y está peleando con las mejores en la Copa del mundo de CX?

Empezamos a salir jóvenes a correr CX. En el extranjero en cuanto te despistas te pasan diez corredoras y tienes que ir todo el rato pendiente sin perder la posición ni poder aflojar. En España somos menos y las diferencias son más grandes- A mi hermana salir al extranjero le ha venido bien y le ha hecho crecer mucho. Por otro lado, coincidir con Aida Nuño les ha hecho bien a las dos. Con respeto siempre, pero se han visto duelos muy bonitos y disputados entre ellas. Las dos se tienen mucho respeto, son sencillas y correr juntas les hizo mejores a las dos.

 

¿Y cuándo os ha tocado ser rivales?

En carretera es diferente porque no hemos tenido rivalidad directa a pesar de estar en diferentes equipos. Ahora en CX sí estoy viviendo un poco esa rivalidad. Mi hermana y Sofía Rodríguez están dos puntos por delante, pero me estoy encontrando bien, veo una progresión y espero llegar bien al campeonato de España.

 

¿Cuáles han sido tus referentes en el ciclismo?

En CX he tenido la referencia cerca con Lucia, Aida y Rocío Gamonal. En carretera siempre me ha gustado Elisa Longo, una corredora muy valiente.

 

¿Qué te da la carretera y qué el CX?

El CX me da que, sin él, los inviernos se me hacen muy largos, porque me gusta competir y me da una chispa que me ayuda a empezar carretera de otra manera. De la carretera, el fondo que te da y notar que tengo otro ritmo tras estos años corriendo en World Tour.

¿Y en cuanto al equipo, la llegada de Annemiek Van Vleuten ha supuesto un antes y un después en Movistar? ¿Cómo es tener en el equipo a una corredora como ella?

Cuando nos dijeron que iba a venir ella yo estaba en las clásicas de Navarra y no me lo creía al inicio. Es una corredora un punto o dos superiores al resto. Me recuerda a Jonathan, estudiándose los recorridos al detalle y prepara bien las carreras. En las reuniones insiste mucho en tener un plan y que cada corredora tenga claro el trabajo que hacer.

 

¿Te queda algo por hacer en el ciclismo?

Me queda volver a un Giro, correr un Tour o hacer una Vuelta. Me gustaría hacer Vuelta a España algún día y tengo la ilusión, como todo deportista, de ir a unas Olimpiadas.

 

¿Cuál ha sido tu mejor momento y lo peor que has vivido en el ciclismo?

Cuando empezamos la primera temporada con Movistar y gané la etapa en la Semana Vvalenciana compartiendo pódium con Utrupp y Molman, porque fue inesperado. Justo después hice top 20 en Strade, que fue ese año que hizo tan malo y de hecho iba tan concentrada y metida en carrera que no tuve la sensación de frio. Después en las duchas vi que muchas corredoras tuvieron problemas.

Lo peor las caídas. Creo que fue en 2019 cuando me pillaron muchas montoneras. Yo nunca tengo miedo en el pelotón, pero me costó olvidar aquella mala racha.

 

¿Quiénes han sido tus mayores apoyos en el ciclismo?

Mi hermana ha sido una influencia muy grande, la Escuela de Ciclismo de Viella y mis padres. En Lointek también viví una parte muy importante al salir fuera. En los últimos años, Jonathan también ha sido una parte importante porque, sobre todo en los días malos, ha sido mi punto de apoyo.

En cuanto a las compañeras todas las españolas con las que he compartido años en Movistar: Lourdes Oyarbide, Gloria Rodríguez, Alba Teruel, Mavi García…  Tengo buen recuerdo.

 

 

Un genial compañero

 

¿Cuándo os conocisteis Jonathan y tú?

Conocernos, nos conocemos desde pequeños porque ambos hacíamos BTT y coincidíamos en un torneo que se llamaba Futurobike. Después coincidimos mucho en ciclocross porque los dos competíamos.

Jonathan: Los tres primeros años de sub 23 los hice a tope con el CX hasta que pasé al Caja Rural.

Alicia: En 2014 empezamos a salir. Yo estaba en Lointek y Jonathan en Irumet y ese año ya pasó a Caja Rural..

 

Jonathan vivía en Bilbao y tú en Asturias. Además, compaginabas el ciclismo con la universidad. Contadme como fueron esos comienzos.

Estudiaba Biotecnología en la Universidad de Oviedo y Jonathan hizo dos grados superiores TAFAD y Nutrición.

Jonathan: Para mí era más fácil porque yo saqué nutrición a distancia y tenía más tiempo libre, así que aprovechábamos las oportunidades que teníamos para poder vernos y quedábamos mucho a mitad de camino en Cantabria Cabezón de la Sal, Unquera o Llanes.

Alicia: Yo tenía carnet, pero no tenía coche y solía ir en autobús. Después, más adelante, el venía a mi casa a Asturias.

 

¿En aquel momento veíais la posibilidad de dedicaros al ciclismo de manera profesional?

Alicia contesta rotunda: Yo no

Jonathan: Tú, hasta que no salió Movistar, no. Me acuerdo que mirábamos la posibilidad de Bélgica por poder compaginar CX y carretera.

Alicia: El último año de Lointek hice buena temporada en cuanto a resultados: 3ª en una etapa y 6ª y 7ª también. Era el último año de sub 23 y terminaba la carrera en la universidad. Mi idea era probar un año dedicada exclusivamente al ciclismo en algún equipo de fuera, probando un año sin estudiar a ver a dónde podía llegar, porque después sí quería estudiar un master. Ese verano me llamó Movistar y me cuadró bien. Hasta este momento la verdad es que no pensé que pudiera llegar a ser profesional. En los últimos cinco años han cambiado mucho las cosas y yo pienso que ahora las jóvenes sí pueden llegar a pensar en un futuro profesional en el ciclismo.

 

Dime tú. Jonathan, cómo veíais en aquel entonces a esta mujer: el carrerón que se ha sacado y cómo fueron aquellos primeros comienzos hasta convertirse en ciclista profesional.

Tiene una cabeza… Se queja y es despistada, pero con lo que me costaba a mí, siempre admiré su capacidad de poder cumplir con todo. Entrenaba corto pero intenso y para el CX iba bien. Y después ya iba cogiendo la forma con la propia competición de carretera.

Yo dejé el CX y me centré en carretera porque no quería estar preguntándome toda la vida hasta dónde hubiese llegado de haberme centrado y dedicado a la carretera. A ella siempre le animé a apostar también por intentarlo.

 

¿Desde cuándo vives en “la capital del mundo”?  (Hago la pregunta bromeando y mirando a Jonathan, que sonríe)

Él se compró el piso antes de la pandemia, pero había que arreglarlo. Nos pilló la pandemia en Sierra Nevada haciendo altura y al principio pensamos en hacer la cuarentena allí, pero cuando la cosa se alargó volvimos juntos a Asturias porque solo teníamos un coche. Estuvimos durante la pandemia en casa de mis padres en Asturias y para el verano ya vinimos a Bilbao.

 

2017 fue un año bueno para ti. Recuerdo cómo ganaste el Campeonato de España de CX en Valencia ante tu hermana Lucía y Aida Nuño, siendo aún sub 23.

Yo no soy supersticiosa normalmente, pero sí lo soy con el número 21. Aquel era mi campeonato número 21, tenía el dorsal número 21 y estaba aparcada en la farola número 21. Recuerdo que dije este campeonato lo gano yo.

Aquella temporada tanto Lucia como Aida estuvieron un punto por encima de mí, pero el circuito me iba bien porque era muy rápido, de soldarte mucho a rueda. Salí convencida y incluso le dije a mi hermana: “Hoy gano yo”. Lucía salió mal y yo hice toda la carrera a rueda de Aida porque ella era superior, pero si llegaba al sprint sabía que yo era más rápida. Además, si había suerte, igual entraba mi hermana también y así fue.

 

Las victorias son caras para la mayor parte de los ciclistas del pelotón. ¿Cómo recordáis aquella victoria?

Fue muy bonita. Yo había ganado en categorías inferiores, pero ese era un campeonato absoluto y yo aún era sub 23. Aquel año fue el de Movistar, pero pude comenzar la temporada de CX con el maillot de Campeona de España.

Jonathan: Para mi es uno de los mejores recuerdos. Yo sé lo que cuesta y lo que vale porque es un campeonato de España absoluto.

 

¿Cómo lo viviste cuando a ella le llegó la oportunidad del Movistar?

Estaba con Alba Teruel en la habitación en el Campeonato de Europa y nos llamaron a las dos antes de correr. Nos llamó Jorge Sanz, que había sido nuestro director en Lointek y nos lo propuso. Nos habló de que iba a salir un proyecto nuevo en España y tampoco nos dio demasiados detalles en aquel primer momento, pero sí nos dijo que tendríamos un contrato de trabajo.

No me afectó para la carrera, porque yo soy una persona muy tranquila. Llegamos al sprint e hice 6ª. Me ayudó a lanzar y a colocar Sandra Alonso.

Fue un proyecto muy bonito porque muchas éramos españolas y ya nos conocíamos. Algunas éramos de Lointek y otras de Bizkaia Durango como Lourdes Oyarbide o Mavi Garcia. Entonces pasamos de ser contrincantes a compañeras de equipo.

Jonathan: No recuerdo exactamente cuándo me lo dijo, pero sí recuerdo desde que se lo dijeron hasta que se hizo oficial que siempre dudaba de cómo será.

 

Habéis crecido juntos como ciclistas y las diferencias en cuanto a condiciones las habéis vivido muy de cerca. En este contexto me gustaría preguntaros sobre todo a ti, Jonathan, cómo has vivido este tema.

Las condiciones eran malas. Al final haces lo mismo pero la sensación era que para nada en el caso de ella. Era un hobby y ya está, porque no había más oportunidad. En CX quizás era un poco diferente: los premios tampoco eran iguales, pero por lo menos las mujeres tenían el mismo reconocimiento y protagonismo que los hombres. En carretera ni eso. No había oportunidad en España de ser profesional.

La verdad es que el progreso que ha habido en estos últimos años no lo imaginábamos en ese momento. Actualmente el salario mínimo del World Tour femenino ya va ser casi superior al del continental masculino. Aún hay mucho salto, pero hace unos pocos años, no había nada.

En el caso de Alicia yo ya le decía: “Estás estudiando, estás entrenando. Si fueras profesional y solo te dedicaras al ciclismo, los resultados serían diferentes”. Ella podía entrenar lo mismo, pero si no recuperas ya no es igual. En su caso no solo se notó el salto a profesional solo por ser un proyecto con condiciones económicas mejores, sino porque ya había acabado la carrera y podía centrarse solo en eso.

Alicia: Yo hacía una carrera de ciencias. Entonces tenía muchas prácticas de laboratorio que eran presenciales obligatoriamente y se me concentraban en enero y mayo. En diciembre tenia exámenes y en junio también. Entrenaba lo que podía. A mediodía, que tenía dos horas, y empleaba una para comer y otra para entrenar, y salía a correr o hacía rodillo al llegar a la noche. Mi tía tenía una casa en Oviedo donde dejaba la bicicleta. Tenía poco tiempo y entrenaba a tope. En aquella época siento que era muy productiva. Me daba tiempo todo y me organizaba. Me faltaba descanso, pero me hizo ganar disciplina.

 

¿Con esos entrenamientos cortos e intensos no te costaba luego adaptarte a las carreras largas de carretera?

Sí, mucho. Es más, mi primera carrera sub 23 fue el Tour de Flandes y superbién hasta el Km 90 que fui en el pelotón. Cuando me quedé, iba tan apajarada que me caí. En España las carreras eran más cortas y tiraba bien.

 

Tampoco estarías habituada a comer lo suficiente y cuidar otro tipo de detalles

Jonathan: Ahora se sabe más de alimentación y se trabaja mejor.

Alicia: Yo recuerdo que no sabía ni cuánto tenía un gel: lo tomaba y punto. De hecho, yo antes, en carrera comía muy poco y el paso a sub 23 me costó mucho. Yo venía de correr en juveniles donde tenía libertad y estaba delante siempre. ¡Cuando pasé a sub 23 y me tocó trabajar, y además las carreras internacionales eran mucho más largas, entonces veía que con las élites no andaba ni para atrás!

Recuerdo, por ejemplo, el Tour de l’Ardèche aquel año, que era una vuelta muy dura, y en la 3ª o 4ª etapa empecé a llorar antes de salir: ya no podía más.

 

Después de tantas experiencias, supongo que habréis aprendido algo uno del otro.

Alicia: Yo soy más impaciente que él y quiero ver resultados inmediatos. Él es más pausado. Una carrera me sale mal y yo siempre le daba mucha importancia a un día malo.

Jonathan: Recuerdo que una vez estábamos entrenando arena en Cantabria. Yo ya no corría, pero estábamos allí entrenando con unas raíces y llegaba ella y que no y que no. Era la segunda vez que pasaba. Es impaciente. Te puedes cabrear si las cosas no han salido bien, pero hay que saber pasar página y relativizar. Después la capacidad de sufrir no se aprende, pero ella la tiene innata.

Alicia: Él se estudia los recorridos de maravilla. Yo, en cambio, sí me miraba las cosas, pero no con tanto detalle. A raíz de estar con él lo empecé a hacer mejor. Por ejemplo, cuando voy a correr al extranjero lo miro en Google Maps, porque es importante conocer las cosas por ejemplo en las carreras de Bélgica.

 

¿Y tú Jonathan que has aprendido de ella?

A mí se me aprecia quizás más la capacidad de sufrir, pero entrenamos mucho juntos y ella se esfuerza mucho. Con el paso de los años se nota menos, pero al principio ella entrenaba fuerte, pero menos, y al pasar las horas se notaba la diferencia. Ella sabe sufrir también. Yo diferencio el sufrir y el agonizar. Agonizar es cuando solo te fijas en la rueda e intentas desconectar. Para forzarte tiene que ser carrera. Ella escucha bastante más que yo. Tiene más mano, sobre todo cuando hay mucha confianza.

 

Venís de dos lugares de cuna ciclista: Asturias y Euskadi. ¿Entrenáis juntos cuando podéis?, ¿que recorridos suelen ser los habituales, qué puertos os gustan?

Alicia: No somos cuadriculados. Por ejemplo, uno tiene 5 horas y el otro 3 y cada uno tiene su trabajo, así que cada uno hace sus series. Por la Margen Derecha de la Ría tiramos mucho para la zona de Gernika o las playas y en la Margen Izquierda un recorrido llano típico es Artziniega y vuelta y para puertos la zona de Las Muñecas y La Granja. Este es el puerto que más me gusta de por aquí. Nabarniz también me gusta. En Cantabria me gusta mucho Estacas de Trueba y en Asturias siempre me gustó la Colladona.

Jonathan: Somos como una grupeta. Con las horas quizás ella se pone a rueda porque el objetivo es avanzar. Me gusta Oiz por Durango aquí; en Cantabria Estacas de Trueba y el Asón también es bonito. En Asturias está bien la Fumarea.

 

Dime, Jonathan, la mejor virtud de Alicia como ciclista y un defecto.

Es disciplinada, esa es su virtud. Como defecto creo que debería comerse menos la cabeza.

 

 

¿Y ahora qué?

 

¿Cómo se presenta el año para vosotros? Alicia, continúas en el conjunto Movistar, donde eres una ciclista de grupo muy valorada por el trabajo que haces y la experiencia que tienes. Jonathan acabas de pasar de Caja Rural al Cofidis

El año bien, con el equipo reforzado con Liane Lippert, que es joven, pero es presente. Anemiek Van Vleuten seguirá este año y ya sabemos cómo es y todo lo que consiguió. También han fichado a Floortje Mackaig, que quizás no es tan ganadora como Lippert, pero es muy regular. El bloque no ha cambiado mucho más. Tanto Lourdes Oyarbide como yo llevamos desde el principio y hemos vivido la evolución. Desde que llegó Anemiek hemos tenido mayor responsabilidad: nuestro papel cambió y nos toca trabajar. En las carreras más pequeñas quizás tenemos mayor libertad, pero a las carreras importantes vamos con unas lideres claras y un trabajo por hacer.

Jonathan: Cualquier cambio siempre suele ser a mejor, no solo por el cambio de categoría sino también porque el hecho de cambiar puede hacer que te exijas más. Supongo que algún día podré tener oportunidades, pero intentaré estar con los líderes escaladores. Contar con un calendario World Tour y poder correr clásicas ya es motivante.

 

¿Clásica o Vuelta?

Alicia: Las clásicas me gustan mucho, sobre todo las de pavé, pero tengo ganas de correr una gran vuelta. La clásica que más me gusta es la Strade Bianche.

Jonathan: Yo clásicas no he corrido, aunque este año sí haré algunas. En las vueltas, el tema de las fugas me motiva mucho.

 

¿Cómo se presenta la temporada para vosotros?

Alicia: Iré al nacional de CX y después correré la Copa del Mundo de Benidorm de CX y el 29 de enero ya empiezo en Almería en carretera. Haré la carrera de un día de Valencia y después UAE. Tras esto, correré las clásicas.

Jonathan: Yo empiezo el 22 una clásica en Valencia y después me voy a Mallorca. Sus clásicas no son las mias, así que no coincidiremos. Haré la Strade y prepararé la Itzulia. Luego Amstel y Flecha, pero ella ya habrá acabado; yo las de pavé no hago.

 

Hemos subido Pike Bidea. que será el último repecho que tendrán que afrontar los ciclistas en la Grand Départ Euskadi en la primera etapa, que tendrá inicio y final en Bilbao. Como veis, será un acontecimiento histórico que supondrá vivir el Tour de Francia en nuestras carreteras. ¿Y qué os parece que el Tour 2023 salga de vuestra ciudad?

Alicia: Yo creo que va haber mucha gente. Las imágenes van a ser impresionantes.

Jonathan: Vendrá mucha gente de otras comunidades y de fuera. Aquí siempre se disfruta mucho de la afición.

 

El crecimiento de la afición de cuneta también ha crecido en el ciclismo femenino.

Alicia: Sí, se nota. La primera vez que lo vivimos fue en la Clásica de San Sebastián cuando coincidió con la masculina. Fue la primera vez que tuvimos la sensación de pasillo, porque en las clásicas hay vallas en los muros.

 

¿Cómo veis la versión femenina del Tour de Francia, que la carrera más importante del calendario masculino haya incluido carrera femenina?

El año pasado tuvo más repercusión de lo que imaginábamos. Que la carrera femenina fuera a continuación de la masculina atrapó a muchos aficionados por la costumbre de ver las etapas por la tarde. Quizás, si hubieran coincidido, hubiera tapado una carrera a la otra.

 

¿Cómo veis el futuro del ciclismo y el vuestro propio?

Alicia: El ciclismo femenino en estos años ha crecido mucho y muy rápido y ahora habría que estabilizar los pasos que ya se dieron. Es importante el apoyo de los medios, por lo que hay que seguir retrasmitiendo las carreras por televisión. Las condiciones han mejorado paulatinamente, en cuanto a lo económico se refiere, subiendo los salarios progresivamente. Ahora el siguiente paso en los equipos UCI es el salario mínimo y lograr equiparar los premios. En CX ya se han igualado.

Yo me veo en el ciclismo en el presente y en el futuro cercano. En un futuro más lejano no sé si me gustará seguir tanto tiempo fuera de casa o no, porque como ciclista se viaja mucho. Este año me saqué el título de directora nivel 3. Cuando deje de competir veré, porque tengo la carrera y es otra alternativa.

Jonathan: A mí me gusta la bicicleta y no sé lo que duraré, pero sí me gustaría seguir en bici. Después no sé hasta qué punto estaré vinculado al ciclismo. Me gusta lo de director, pero no sé si me gustará estar tanto tiempo fuera de casa. Me gusta también lo de los grupos cicloturistas que viajan. Recuerdo que en el instituto, cuando nos preguntaban a qué queríamos dedicarnos, yo pensaba en eso: hacer viajes con traslado y etapas.

Les comento que el cicloturismo es la cara amable del ciclismo. Y en ZIKLO se organizan viajes en España, Francia, Portugal, Italia, Austria… con etapas impresionantes encadenadas y traslados organizados cumpliendo los “sueños ciclistas” de los aficionados.

 

¿Que hacéis cuando no estáis en temporada?

Alicia: Al acabar la temporada viajamos. Hemos estado en Cuba, París, Andalucía, Sicilia…

Jonathan: En casa paramos poco. Nos gusta coger el coche e ir por ejemplo a los Pirineos o a una zona que no conocemos y vamos a entrenar. A mí me gusta explorar.

 

¿Por último, Alicia, qué les dirías a todas esas niñas que están empezando en ciclismo?

De pequeñas, que prueben de todo para poder elegir lo que más les gusta. Cuando estás en escuelas solo tienes que disfrutar con la bici e intentar ser técnicamente lo mejor que puedas, porque luego mejorar eso es más difícil.

Después, si se quieren dedicar al ciclismo, es importante la visión de carrera y ser metódica, porque en cadete quizás destacas mucho por ser físicamente buena, pero hace falta disciplina en categorías superiores. Solo con tener clase no vale y hay que ser constante.

 

 

Reflexiones en voz alta.

Por Ziortza Villa, ciclista de ultrafondo.

 

Hablando de ciclismo he de reconocer que siempre he tenido especial predilección por los ciclistas de grupo. Por supuesto que es imposible no rendirse ante el talento abrumador de un líder y el grandísimo espectáculo que ofrecen las gestas que dan lugar a tantas victorias, pero como aficionada al ciclismo siempre he puesto en gran valor el trabajo que hay detrás de los triunfos y el sacrificio que realizan los ciclistas de todo un equipo para lograr un objetivo común. Es más, profundizando un poco en el tema, en cuanto al ciclismo de carretera se refiere siempre me ha parecido un poco injusta la gloria individualizada para un deporte de equipo y el protagonismo que a veces va en favor de un solo vencedor.

Para quien de verdad entiende de ciclismo y está habituado a ver las etapas de principio a fin, quien sigue el transcurso de una gran vuelta y no solo el desenlace de las etapas reina, esta reflexión quizás puede resultar un tanto evidente, pero para el público en general, y sobre todo para quien sigue el deporte de titulares, el ciclismo se reduce a unos pocos nombres propios.

En el caso de las mujeres que desempeñan su trabajo con menos apoyo mediático y sus carreras, cuando son retrasmitidas, suelen ser televisadas únicamente en los kilómetros finales, el grueso del contenido queda diluido, dejando en la sombra el trabajo que se realiza en el pelotón. El reconocimiento va necesariamente unido al conocimiento y lo que no se ve ni se cuenta no existe: por ello las historias de muchas ciclistas no se conocen.

Sigo el ciclismo femenino de cerca y admito que el espectáculo que ofrecen las mujeres me parece sensacional. Poder compartir las historias de algunas de estas mujeres en ZIKLO es, además de un gran honor, una maravillosa manera de difundir y poner en valor su legado. Mujeres talentosas que con mucho trabajo y tesón han logrado que la vida sea aún más bonita de lo que nunca pudieron soñar.

 

Por Ziortza Villa

Fotos: Andoni Epelde

 

 

 

 

 

 

 

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Ratio 2:1 vs 1:0.8: Asimilación de carbohidratos durante el ejercicio

En deportes de resistencia como el ciclismo es imprescindible aportar carbohidratos durante el ejercicio con el fin de aumentar el rendimiento deportivo y conseguir una óptima recuperación post ejercicio. Actualmente, diferentes publicaciones científicas informan sobre la forma de asimilar una cantidad elevada de carbohidratos por unidad de tiempo y evitar los habituales trastornos gastrointestinales que se producen encima de la bicicleta. La clave reside en combinar las fuentes de carbohidratos en determinadas proporciones (ratios), otorgando mayor papel protagonista a la fructosa.

 

CARBOHIDRATOS EN CICLISMO ¿MÁS ES MEJOR?

La respuesta es SI, pero con matices ya que la genética de cada ciclista es la que determina el punto de partida sobre la necesidad individual mayor o menor de carbohidratos durante la actividad física, así como su tolerancia y variables básicas como intensidad, duración y frecuencia. Es decir, si se pueden asimilar grandes cantidades de carbohidratos durante el esfuerzo el rendimiento se verá incrementado de forma significativa. Sin embargo, existen dos barreras limitantes para la asimilación de grandes cantidades de carbohidratos principalmente: el vaciado gástrico y la limitación de absorción de azúcares (carbohidratos) en el intestino.

El vaciado gástrico es el tiempo que permanecen en el estómago los líquidos y alimentos que ingerimos. Cuanto más tiempo permanezcan en el estómago, más tardarán los nutrientes en viajar hasta el intestino desde donde serán absorbidos. La composición de los azúcares y el volumen total ingerido, determinan el tiempo de vaciado.

La absorción de azúcares desde el intestino está limitada por la capacidad de los llamados transportadores, que, como su nombre indica, son necesarios para transportar los azúcares al interior del organismo. Cada tipo de azúcar tiene su transportador y como hemos apuntado, su capacidad de transporte es limitada.

En conclusión, es posible incrementar la asimilación/tolerancia de carbohidratos de ambas barreras, siempre que se emplee una composición/ratio de azucares y en una cantidad adecuada.

Además, se debería incluir otro factor fundamental para incrementar los limites de ambas barreras como es el entrenamiento digestivo. imprescindible para una mejor adaptación.

 

¿QUÉ CANTIDAD DE CARBOHIDRATOS SE PUEDE ASIMILILAR ENCIMA DE LA BICICLETA?

Ingerir alimentos encima de la bicicleta puede resultar más sencillo que en otras disciplinas deportivas de resistencia como el running o la natación y debemos aprovecharlo. Hace unos años se creía que el límite asimilable de carbohidratos estaba alrededor de los 60g/hora, pero esto ha cambiado demostrando beneficios en ingestas que superan los 100 g CH/h siempre que se empleen fuentes de carbohidratos en sus formas más simples (glucosa y fructosa) junto con otros de cadenas más largas como las maltodextrinas o amilopectina.

Una vez salvada la barrera del vaciado gástrico, llegamos a la barrera donde más se ha investigado en los últimos años, los transportadores de azúcares (carbohidratos).

 

TRANSPORTADORES DE CARBOHIDRATOS, ¿CÓMO FUNCIONAN?

Los transportadores de carbohidratos son proteínas alojadas en la membrana de la célula intestinal también llamadas enterocitos. El enterocito es la célula intestinal donde se absorben los nutrientes al interior del organismo. Los transportadores son los encargados de facilitar la absorción de las distintas moléculas de carbohidratos que llegan al intestino desde el estómago en su forma más simple para ser absorbidas: la unidad, conocida como monosacárido (glucosa, fructosa o galactosa).

 

Existen diferentes transportadores de carbohidratos. Los más importantes para el rendimiento deportivo son el transportador de glucosa (SGLT-1) y fructosa (GLUT-5).

Como se ha comentado, hasta hace relativamente poco tiempo se creía que la capacidad máxima de absorción era de 60 g CH/h y esto era porque únicamente se empleaba glucosa como fuente de energía saturando el transportador especifico de glucosa (SGLT-1). La ciencia avanza y se ha comprobado que incluyendo otra fuente de monosacáridos1 la capacidad de absorción aumenta al emplear diferentes transportadores: SGLT-1 (glucosa) y GLUT-5 (fructosa). Concretamente se observó que la absorción podía incrementarse hasta 90 g o incluso 100-120 g CH/h6 si había un entrenamiento digestivo previo.

Pero… ¿en qué proporción deben combinarse la glucosa y fructosa para conseguir este beneficio?

 

RATIO 2:1 VS 1:0´8, ¿QUE OPCIÓN ES LA MEJOR?

La primera ratio glucosa: fructosa estudiada fue la 2:13 y más recientemente la 1:0.82. Actualmente, la proporción glucosa vs fructosa de referencia a nivel internacional es 2:1 y sobre esta proporción se han elaborado la mayoría de publicaciones y estudios. No obstante, de un tiempo a esta parte se han estudiado ratios con un mayor contenido en fructosa con el objetivo de absorber una mayor cantidad de monosacáridos y en consecuencia incrementar el aporte energético.

Las publicaciones realizadas por O´Brien y colaboradores4,5 concluyen que la ratio 1:0.8 podría incrementar la oxidación exógena de carbohidratos entre un 10-17% respecto a la ratio 2:1 establecida hasta la fecha como de referencia.

Todo apunta a que concentraciones más altas de fructosa van a jugar un papel importante en el rendimiento deportivo; sin embargo, todavía faltan estudios con un numero de muestra mayor y sobre deportistas tanto profesionales como amateurs para desbancar la ratio 2:1 como proporción de carbohidratos de referencia.

 

¿QUE RATIO DEBO ELEGIR?

En nuestra opinión, tras el estudio de los trabajos publicados, concluimos que en disciplinas deportivas de resistencia como el ciclismo se necesita de un entrenamiento digestivo previo donde se vaya incrementando progresivamente tanto el aporte de carbohidratos totales como la cantidad de fructosa. Por ello, lo más prudente sería comenzar con la ratio 2:1 desde ingestas de 30g e ir progresando hacia los 60-90-100 e incluso los 120g CH /h6. Cuando haya asegurado su tolerancia, sería el momento de probar, también progresivamente desde los 60g CH/hora con la ratio 1:0.8.

 

En resumen, es imprescindible elegir fórmulas que aporten una ratio 2:1 o bien 1:0.8 glucosa: fructosa, si el objetivo es incrementar la ingesta de carbohidratos/hora para conseguir mayor aporte energético. En concreto la opción 1:0,8 iría enfocada a aquellos ciclistas más experimentados con la suplementación donde el mayor aporte de fructosa no suponga ninguna molestia gastrointestinal. En definitiva, se debería empezar por cantidades bajas de carbohidratos e ir incrementando tanto la cantidad total de ingesta por hora, como la ratio (% fructosa) conforme vaya aumentando la tolerancia gastrointestinal.

 

Bibliografía:

1Fuchs CJ, Gonzalez JT, van Loon LJC. Fructose co-ingestion to increase carbohydrate availability in athletes. J Physiol. 2019 Jul;597(14):3549-3560.

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El lado humano del ciclismo

 

Por Rubén Berasategui

Fotos: Andoni Epelde

Salimos de casa de Egoi Martínez en Etxarri, a los pies del bello puerto de Lizarraga. Tenemos tiempo para comentar la entrevista y tomar una cerveza en algún bar cercano antes de regresar a casa. Salimos sorprendidos y contentos: hay historia y además es distinta a cualquier cosa previa que hayamos hecho. La sensación es unánime. Ahora solo nos falta rematarla y tratar de que el texto transmita de la mejor manera posible lo que acabamos de vivir y sentir. Javi y Jon me miran: asiento. Es mi turno: espero estar a la altura de un entrevistado tan especial y de un anfitrión que nos ha tratado a las mil maravillas. A ver si acierto.

Por el principio

Cuando a mediodía me he subido en la furgoneta con Jon, ninguno de los dos teníamos claro cómo íbamos a enfocar este reportaje. Por un lado, teníamos a un corredor exótico, desconocido para la gran mayoría al no haber debutado aún en profesionales (lo cual no es del todo exacto), pero luego profundizaremos en ello. Por otro lado, teníamos al que yo pensaba que era su director de equipo o uno de ellos, el ex corredor Egoi Martínez con una trayectoria de 13 años en el campo profesional y en equipos importantes como el Euskaltel Euskadi y el Discovery Channel. Con pocas pero importantes victorias, entre las que destacan una etapa en la Vuelta del 2006, la montaña de aquella edición, la montaña del Tour del 2009 y el Tour del Porvenir del 2003. Vistió también el maillot de líder durante 8 etapas en la Vuelta del 2008. Sin duda un hombre de tres semanas y de equipo, que acabó la Vuelta de aquella edición en el 9º puesto en la general final, que fue su mejor clasificación en las 18 Grandes Vueltas que disputó.

La entrevista podía haber seguido la línea Padre-Hijo que iniciamos con la saga de los Arrieta y continuamos con la de los Azparren. Bien es cierto que Egoi no es el padre biológico, pero podía tener cierta similitud y un enfoque similar al seguido en esos reportajes previos. Más tarde nos dimos todos cuenta de que ante una historia así y una persona con un corazón tan grande, el reportaje había que centrarlo única y exclusivamente en el ciclista. Y ese no es otro que Mulu Kinfe Hailemichael.

Estábamos en la furgoneta vistiéndonos de faena tanto Javi como yo, mientras elegíamos con Jon el maillot para las fotos de la sesión, cuando puntual a la cita apareció un pequeño corredor enfundado en los colores del Caja Rural amateur y que con una amplia sonrisa acudió a nuestro encuentro presentándose como Mulu, en un español más que correcto. No tuvimos que esperar y casi al mismo tiempo llegaron Antxon y Egoi, quien no es el director de equipo de Mulu en el Caja Rural (cosa que ya me había explicado Jon en nuestro viaje), sino que es el representante del corredor y, como veremos más adelante, es mucho más que eso. Teniendo el bello puerto navarro de Lizarraga a nuestros pies teníamos claro dónde íbamos a realizar la sesión fotográfica.

Me gusta esta manera de proceder con este tipo de entrevistas. Normalmente en ellas no salimos a rodar en bicicleta con el protagonista, sino que estamos todos a expensas de lo que nos diga el fotógrafo. Te da para romper el hielo, preguntarle por una cosa u otra y ver también cómo respira y lo animado o no que está de cara a la entrevista posterior. Los hay parcos en palabras y otros que ves que desde el primer momento son muy dicharacheros. Mulu es sin duda de estos últimos. Siempre sonriente y muy predispuesto a todo lo que se le pida. Me llama la atención el plato grande que lleva montado en su bicicleta y le pregunto por el desarrollo que monta. Me dice que es un 54, que en la bicicleta que le entregarán la semana que viene le montarán un 53 de serie, pero que no le viene mal llevarlo para acostumbrarse a moverlo. Egoi me añade que Mulu engaña en las apariencias, que por supuesto es un escalador (no hay más que verlo), pero que es un corredor de fuerza, mucho más de lo que su peso nos puede transmitir y hacer pensar a primera vista.

Lizarraga a esta hora de la tarde de un día donde el sol está ya escondiéndose aparece desierto, pero aún hay suficiente luz. No precisamos alejarnos mucho: Antxon en dos o tres puntos concretos capta la esencia del día y del reportaje. Nos hace repetir algunas tomas, y Mulu cuesta bajo se lanza. Egoi lo frena un poco. ¡Cómo bajan estos profesionales!, comentamos Javi y yo! Egoi nos mira y nos dice: “Pues es su punto más débil, aunque va mejorando”. Sonreímos. Sabemos muy bien que el nivel profesional en un descenso es altísimo y que las diferencias sobre un cicloturista son igual de grandes tanto subiendo como bajando, echando por tierra las aspiraciones de algunos aficionados que, por desconocimiento, llegan a pensar que quizás en el descenso de un puerto podrían introducirse en un pelotón profesional sin ser dejados de rueda.

Tenemos suerte con el tiempo: las nubes, amenazantes durante toda la tarde, empiezan a descargar agua justo cuando nosotros terminamos. Una serie de retratos de los protagonistas mientras nos cambiamos y comenzamos la entrevista en la misma casa de Egoi a los pies de este bello puerto navarro.

 

Empezamos directos y sin rodeos

¿Quién es Mulu?

Mulu: Un ciclista etíope de 23 años.

Un momento. “¿Etíope?, tenía pensado que eras eritreo.

Mulu: No, no, etíope, de Tigray concretamente.

¿Allá no sois más de correr?

Mulu: Sí, la mayoría de jóvenes corre. Etiopía es una potencia mundial en el atletismo que ha dado al mundo corredores legendarios como Gebrselassie y Bekele. Pero a mí me llamaba más la bicicleta y así es como iba al colegio. A mi madre no le gustaba, decía que era muy peligroso. Pero conseguí convencerla porque en bicicleta hacía los trayectos a la escuela más rápidamente y así tenía luego más tiempo para poder ayudar en las labores de casa.

Entiendo entonces que comienzas a correr en bicicleta y a destacar a una edad temprana.

Mulu: Sí, voy dando saltos de nivel y cada vez compitiendo a un nivel más alto y con más rivales. Desde Mekele, el City Bike, en Ruanda con el equipo nacional. La verdad es que son pasos rápidos y voy llegando a metas cada vez más altas y en un tiempo relativamente corto.

Debiste llamar la atención porque el Dimension Data for Qhubeka se hizo con tus servicios.

Interrumpe Egoi: Visto con perspectiva, todo le fue bien y da la sensación de que llegó al ciclismo de un modo sencillo y sin piedras por el camino. Lo que a tantos ciclistas les cuesta mucho alcanzar, a Mulu le fue rodado y como se dice, casi cuesta bajo.

En el año 2019 y de la mano de este equipo participas en el Giro del Valle de Aosta, donde se puede decir que te ves con lo más granado del pelotón mundial joven y no profesional.

Mulu: Sin duda, coincidí con corredores que han destacado estos años en profesionales y son ya una realidad.

¿Qué tal te fue?

Mulu: Muy bien, finalicé 5º en la general final, gané una etapa y me llevé el maillot de la montaña de la prueba.

¿Quién ganó la carrera?

Mulu: Mauri Vansevenant

Supongo que ese resultado te permitió dar el salto al ciclismo profesional.

Mulu: Sí, fiche por el Delco francés continental por tres temporadas (2020-2022).

Y sin empezar a correr, las cosas se empiezan a torcer y lo que había sido sencillo hasta ahora comienza a complicarse.

Mulu: Empiezo bien el año, gano una etapa en la vuelta a Ruanda y, cuando estoy listo para empezar la temporada en Europa, estalla en marzo el Covid y todo se para durante unos meses. Recuerdo volver a la competición en la Vuelta a Burgos del 2020 pero poco más. Fue una temporada en blanco. En octubre regresé a casa para preparar la siguiente temporada.

Pero te llevaste una sorpresa aún mayor…

Mulu: Así es, el 3 de noviembre del 2020 estalla la guerra en mi país y más concretamente en mi región.

¿Una guerra?, ¿de qué tipo?

Mulu: Una guerra civil. Etiopía es un país donde convergen muchas etnias distintas. Para que te hagas una idea, hay hasta 84 idiomas diferentes y a poco que te muevas y salgas de tu población no eres ni capaz de entender el idioma en el que te hablan.

¿Qué supuso eso en tu preparación?

Mulu: De entrada, un parón total en mi entrenamiento y preparación. Había cosas más importantes por las que preocuparse.

Asentimos. De todos modos, regresas a Europa. ¿Qué pasa en esa temporada 2021?

Mulu: Llegué sin entrenar desde octubre y lo primero que tuve que hacer en enero es recuperar el nivel mínimo para poder competir. Cuando estaba poniéndome en forma tuve un accidente al chocar con un coche. Me tuvo parado unos meses y cuando volví a subirme a una bicicleta se habían terminado las carreras.

¿Qué sucede en ese momento?

Mulu: Me quedo sin correr y sin equipo, porque el Delco francés desaparece del pelotón pese a tener firmados a corredores para un año más. No tenía una salida sencilla.

¿Y qué haces?

Mulu: A través de un compatriota que corrió en el Caja Rural amateur contacté con Egoi y así es como empieza nuestra relación.

¿Egoi, conocías a Mulu?

Egoi: No lo conocía personalmente. Entendí su situación personal y me puse a su disposición para ayudarle en lo que pudiera, buscándole un equipo donde correr para lo cual podía echarle un cable, pero no estaba en mi mano. Y ofreciéndole un lugar donde quedarse, lo que sí estaba en mi mano y en la de mi familia.

Por pasos: Lo primero cómo se soluciona

Egoi: Nosotros, mis socios y yo, somos una empresa que se dedica a la representación de ciclistas.

¿Cuál es el nombre de la empresa?

Egoi: Kec Pro Sport

Continúa, por favor.

Egoi: Para el 2022 no encontramos ningún equipo profesional. En la categoría continental no sale nada. A través de Juanma Hernández conseguimos que se nos abra la puerta del Caja Rural pero en categoría sub 23. Toca entonces regresar a una categoría inferior, sobre todo viniendo de donde venía.

Eso no tiene que ser fácil.

Egoi: Nada ha sido fácil. Ya te digo que llegó muy fácil al campo profesional pero luego empezaron a torcerse las cosas hasta límites insospechados.

Eso nos da para hablar de lo que sí estaba en tu mano y la de tu familia. Darle un hogar, una tranquilidad, un apoyo en esos momentos.

Egoi: Sí, al principio vino a vivir a nuestra propia casa. Ahora vive muy cerca de aquí, a doscientos metros, en un pequeño apartamento. Pero viene a comer y pasa muchos de sus ratos libres con mis padres o incluso con mi hijo y su cuadrilla donde es casi uno más.

¿Conocía el idioma?

Egoi: Ni palabra. Pero ha puesto mucho empeño tanto con el inglés (mi mujer es profesora) como con el castellano, en lo que mis padres le han ayudado mucho.

Aprende rápido porque nos entiende perfectamente.

Egoi: Mulu tiene una actitud impresionante y esa es la clave para ir sobreponiéndose a las adversidades.

¿En todos estos años ha regresado a su país?

Egoi: No, pero lo peor no es eso. Lo peor es que no ha tenido ningún contacto con su familia desde que se vino en 2021 a Europa.

Aquí nos quedamos todos mirándonos los unos a los otros. Hasta este momento la figura de Mulu nos parecía la de alguien a quien se le tuercen las cosas, pero va solventando sus problemas y buscando soluciones. No conseguimos imaginarnos lo que supone lo que nos acaba de decir Egoi y tenemos que intentar asimilarlo. Le pedimos que prosiga en su relato.

Egoi: Es difícil, desde nuestra perspectiva y modo de ver las cosas, imaginar lo que estamos diciendo. La realidad es que allí no existe la televisión, no hay radio, no hay teléfonos, no hay nada que nosotros damos por sentado. No existe comunicación con el exterior y con una guerra de por medio, pues mucho menos.

¿Cómo se puede llevar una vida normal con todo eso rondando tu cabeza?

Egoi: No se puede. Por eso te digo que Mulu es especial y tiene una actitud positiva ante la vida y un optimismo y positividad dignos de resaltar.

Es cierto lo que dice Egoi. Desde que se nos presentó hace unas horas en la furgoneta me ha parecido un chico extrovertido y muy alegre. Ahora me parece alguien con una entereza fuera de lo normal y la figura de Egoi también ha pasado de ser la de un representante que tiene una relación estrecha con su representado, a ser un segundo padre y una segunda familia para Mulu.

Vista la emoción en los ojos de nuestro pequeño gran hombre, vamos a cambiar de tercio, y centrarnos en este 2022 donde las cosas tuvieron un desenlace satisfactorio, pero no fueron tan sencillas como podamos pensar.

Egoi y Mulu asienten.

¿Cómo llevaste desde un modo deportivo el tener que recalificarte? ¿Regresar a una categoría inferior de la que vienes para volver a demostrar que mereces un hueco en ese nivel?

Mulu: No fue nada fácil: en la Vuelta a Navarra colapsé y casi lo dejo todo.

Hay mucha historia previa a ese momento – añade Egoi.

Somos todo oídos.

Egoi: Por un lado hay que asimilar algo que no es fácil. Mulu viene de enfrentarse a rivales muy buenos y haber estado con ellos, incluso haber sido capaz de ganarlos. Gente que a día de hoy está en profesionales y dejándose ver. La presión con la que corres es enorme. Por un lado, sales casi obligado a que tienes que ganar en cada carrera que participas. No te obliga nadie: es una presión que tú mismo te pones y te consume. Por otro lado, la situación personal del corredor no era sencilla. Es quizás la última oportunidad o sientes que o la cosa sale ya o quizás hay que replantearse la vida. Nosotros hemos sido un apoyo durante estos meses, pero la familia y la incertidumbre le consumen a uno. En ocasiones piensas para ti de dónde sacará este hombre fuerzas y energías para subirse a una bicicleta y seguir entrenando y compitiendo.

¿Qué ocurrió?

Egoi: Planificamos la temporada con tranquilidad. En mayo empieza a correr y debuta en Galicia en la Copa España con idea de llegar a finales de ese mes en un estado bueno de forma para afrontar la Vuelta a Navarra con intención de ganarla.

Mulu: Estábamos aquí cerca de casa, en Huarte, para subir San Miguel de Aralar y pese a que coroné en primera posición, me bajé de la bicicleta. No quería seguir corriendo.

Egoi: Tuvimos que convencerle para que terminara la carrera. Eran cuatro etapas. Yo siempre he sido así cuando competía, de los de no abandonar bajo ningún concepto. Nos costó lo suyo ese día. Llegó eso sí, último a meta. Terminó la carrera y se vino a casa.

Mulu: Estuve un día entero en cama, sin salir de la habitación. Dispuesto a dejarlo todo y lo hubiera hecho de no ser por Egoi y su familia.

Egoi: No te voy a engañar. Fueron pocas horas, pero muy duras. Conseguí que me acompañara a Beasain en bici con la excusa de comprarle unas gafas de sol a mi mujer. A Mulu le hacía ilusión tener un detalle con ella por todo lo que le había ayudado. Fuimos en bici, sin prisa, despacio. Compramos las gafas y regresamos tranquilos. De algún modo se sintió aliviado, se liberó. Tocó fondo. Mira si había tenido motivos para hundirse y tocar fondo, y ahora, sin casi un motivo aparente, se desploma, aunque luego te pones a pensar y ves que la presión que él mismo se impuso y toda la angustia que le acompañaba fueron los detonantes.

¿Cuándo regresa a la competición?

Egoi: Al fin de semana siguiente estaba de nuevo compitiendo. Corrió el sábado en Beasain e hizo 3º y al día siguiente ganó en Ataun. A partir de ahí, prácticamente no se bajó del pódium en las carreras en las que participó. Ganó general y etapa en Extremadura, etapa y segundo puesto en Zamora, brilló en Elgoibar. Todo ello le llevó a ganar el Trofeo Lehendakari que muestra su regularidad y nivel durante toda la segunda parte de la temporada y le permitió pasar al equipo profesional para 2023.

De cara al futuro, ¿cómo le ves tú, Egoi, y cómo te ves tú, Mulu?

Egoi: Como te he dicho antes, Mulu es un escalador: no hay más que verle. Pero es un corredor de fuerza, al estilo de un Higuita o Nelson “Cacaíto” Rodríguez por nombrarte un espejo donde mirar: pequeño, aparentemente frágil, pero con motor.

¿Dónde tiene que mejorar?

Egoi: Sin duda en los descensos. Vino con una técnica muy pobre. Está progresando mucho, pero en profesionales se baja muy deprisa y tiene todavía que ganar en confianza y seguridad para no sufrir. Porque una cosa es bajar con el grupo, pero como no lo lleves bien puedes gastar muchas energías en el descenso donde otros van relajados y no gastan nada. Eso luego puedes necesitarlo al final de una etapa o en una subida.

Mulu: Me encantaría devolver al equipo la confianza que han puesto en mí. Si tengo que soñar despierto, sueño ahora mismo con una victoria en la próxima Vuelta a España.

Egoi sonríe: Es mucho soñar. Primero la organización tiene que invitar al equipo y si eso se da, luego hay que entrar en el equipo que la dispute. Si bien yo ya le digo que él se centre en lo suyo, dar pedales y disfrutar de las carreras, de las concentraciones, de los entrenamientos. Lo otro vendrá solo si él hace bien lo que está en su mano.

A corto plazo, ¿cuáles son los planes?Mulu: De momento la presentación del equipo que será en Pamplona y luego iremos concentrados a Málaga a entrenar. Seguidamente ya se atará el calendario y las carreras. La idea es debutar en alguna de las etapas de Mallorca.

A largo plazo, ¿dónde te gustaría correr?, ¿cuál es tu carrera preferida?

Mulu: Sin duda el Giro de Italia: sueño con correr el Giro.

¿Tienes cultura ciclista?

Egoi: La verdad que poca. Recuerdo en una prueba este verano, que en el pódium recibió el apoyo de un ilustre corredor navarro. A la noche en casa, mi madre le preguntó si sabía quién le había dado la mano hoy. Respondió que no. Pues nada más y nada menos que Indurain y le explicó un poco quién era. A lo que Mulu le contestó a mi madre que para él Indurain es Egoi.

¿Salís juntos en bici?

Ahora menos -salta Mulu. Egoi está más vago.

Egoi: Sí, la verdad es que me está costando más salir. Tras la pandemia estuve mucho tiempo parado y me está costando volver porque uno ha tenido un nivel y veo que ahora me cuesta llegar ahí donde he estado. Como corriendo a pie no he estado en ningún sitio y todo lo que hago es progresar y mejorar, me motivo más fácil.

¿De los ciclistas actuales quién es tu referencia?

Mulu: Pogacar. Es un crack.

¿Has coincidido con él?

Mulu: No, todavía no, pero espero poder hacerlo.

La charla ha tocado a su fin. Reconozco mi total desconocimiento sobre ambas figuras al empezar el día y salgo impresionado. Sabía del pasado ciclista de Egoi, sus mejores resultados, pero desconocía su profesión actual como representante de corredores. No sé qué trato tendrá con sus otros representados, pero tengo muy claro que con respecto a Mulu esto va mucho más allá de una relación profesional. La implicación humana y personal, no solo suya sino de toda la familia, es digna de resaltar, como también lo es el agradecimiento de Mulu hacia ellos.

Mulu vuelve a estar en la rampa de salida para convertirse en un ciclista profesional. Las condiciones atléticas le allanaron mucho el camino y otros factores complicaron sobremanera lo que la naturaleza le había otorgado. Desde hoy seguiremos al detalle sus resultados y deseamos de corazón que pueda contactar pronto con su familia y pueda centrarse plenamente en lo que le gusta, le apasiona y además se le da tan bien.

Gracias a ambos por vuestra disposición, trato y amabilidad de parte del equipo de ZIKLO.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Cannondale acaba de anunciar el lanzamiento de LAB71, una nueva línea que representa la máxima expresión del montaje a mano y la culminación de más de cincuenta años de innovación, rendimiento y diseño.
Los cuadros y bicicletas LAB71 son el summum del rendimiento, las joyas de la corona de Cannondale, con materiales y técnicas de fabricación vanguardistas, combinados con impresionantes acabados y una cuidada selección de los mejores componentes disponibles en el mercado.
“Lab71 es el resultado de la evolución natural de nuestro objetivo: la búsqueda de la excelencia”, declaró Henning Schroeder, Vicepresidente Senior de Desarrollo de Productos de Cannondale. “Lab71 es el espacio donde damos rienda suelta a nuestros ingenieros, diseñadores y responsables de producto para crear sin limitaciones, donde pueden dar forma a las bicicletas de sus sueños. Estas bicis, son las que nuestros corredores y seguidores sueñan y desean. Seleccionamos nuestras bicis más rápidas e innovadoras y las elevamos a un nivel superior, dotándolas de los materiales más avanzados, componentes seleccionados a mano, y acabados y detalles que destacan desde todos los ángulos”.

 

 

Desde 1971, Cannondale ha desafiado los convencionalismos en post del rendimiento y gracias a esto se ha mantenido a la vanguardia de la innovación. Ha roto las reglas, cambiado el juego y el ritmo de la industria, desde la impulsión de la revolución del aluminio en los años ochenta, pasando por icónicas bicicletas de carretera y montaña, prototipos locos, hasta sus corredores y equipos legendarios. LAB71 busca continuar con esta tradición.
“La línea de productos LAB71 es lo mejor de lo mejor de Cannondale”, dijo Richard Prenderville, Director de Marketing de Cannondale. “Cada producto LAB71 es premium en cada detalle y está diseñado para ofrecer el máximo rendimiento en su clase. Nuestros diseñadores e ingenieros saben que un objetivo cumplido supone el inicio de uno nuevo. En LAB71 es donde perseguimos lo imposible, con pasión desenfrenada por el desarrollo y la creatividad”.
Las bicicletas Cannondale tope de gama de carretera, gravel, montaña y e-bike, tendrán una versión LAB71, y empezarán a llegar a las diferentes familias a partir del 1 de marzo de 2023.

Aquí podéis ver la presentación: https://www.youtube.com/watch?v=JKPTnOcMECE&t=4s

Para más información sobre la nueva colección LAB71, visita www.cannondale.com

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