En la editorial, de ZIKLO 27, hacemos una pequeña reflexión sobre el cicloturismo y el ciclismo profesional. En ella planteamos ese “nuevo” debate en el que se habla de que hay puertos cicloturistas y otros de competición.
En que por cicloturista se entiende un puerto de trazado espectacular, rodeado de montañas, con buenas vistas, estaremos todos de acuerdo. Esas mismas cosas la tiene ese puerto si es en competición pero aquí prevalecen otros valores como si es bueno o no para la batalla, para que se rompa el pelotón. Por muy bueno que sea un puerto o un recorrido, al final todo depende de los actores. Si a esto le añadimos la meteorología, la situación o estrategia de carrera, etc. el resultado puede ser imprevisible. Una etapa con el mejor de los diseños y los puertos más espectaculares, puede ser el mayor de los bodrios para el espectador.
Está claro que en un mismo puerto, buscamos cosas diferentes. Nosotros rodamos para divertirnos, ellos para ganar. Como cicloturista, nada sería igual si todos los días tuviese que hacer el mismo recorrido. Lo podría entender como una manera de sentirme en forma, pero no me llenaría lo mismo. Para un cicloturista el recorrido es casi todo y probablemente muchas de nuestras joyas, por mucho que nos gustaría, nunca las veamos en competición.
Que exista el debate es bueno, que se opine y que se aporte propuestas, siempre de manera constructiva, aunque haya que opinar negativamente de algo.
No todos tenemos por qué vivir las cosas de la misma manera, pero estamos convencidos de que a todos, profesionales y aficionados, nos une la bici y sentimos algo especial cada vez que pedaleamos.
Troumouse. Foto: A.Epelde/Ziklo..