Día: 21 de junio de 2024

“Haz deporte”

 

Por Luismi Sainz Pena

Fotos: Andoni Epelde

 

Habitualmente estamos acostumbrados a encumbrar a los grandes del pedal, ésos que nos hacen levantar del sillón en las tardes de julio o en los domingos de abril con grandes gestas deportivas. Tras la prueba, se les invita a subirse a un pedestal para que recojan sus merecidos trofeos entre la admiración del público, que los aclama allí mismo.

 

Hoy tenemos con nosotros a un ciclista, más bien a un cicloturista, pero que no ha subido a ningún pódium a recoger ningún premio entre vítores. Y, sin embargo, cuenta con un respeto y admiración por nuestra parte, si cabe incluso mayor, que los más conocidos ases del pelotón internacional. Porque cuando sabes que alguien ha salvado la vida de un amigo tuyo, ya pasa a formar parte automáticamente a una categoría de persona muy respetable. Y cuando te detalla que en su vida profesional es a lo que se dedica diariamente, entonces ya no puedes más que confirmar esta admiración que uno ya le profesaba antes de conocerle.

 

Nuestro protagonista se llama Xavier Quiroga Arbonés y es médico cardiólogo. Nos explicará en este artículo cómo fue aquella experiencia de salvar la vida a un amigo suyo y nuestro, Xavi Ódena, un deportista habitual de nuestras escapadas alpinas y con el que hemos compartido multitud de viajes y salidas desde hace muchos años. Pero también, como cicloturista y buen conocedor de nuestra afición, Xavier Quiroga Arbonés es la persona idónea para que nos explique cómo cuidar nuestra salud cardiovascular.

 

El caso de Xavi Ódena

 

¿Nos puedes describir lo que ocurrió aquel día de junio de 2017?

Era un domingo que estaba de guardia y me llamó Xavi. Me dijo que tenía palpitaciones y que se había mareado mientras hacía escalada. Como tenía una guardia tranquila, le dije que se viniera al hospital y que le intentaría atender yo. Llegó enseguida y le hicimos unas pruebas básicas. Le detecté algunas irregularidades en el electrocardiograma. La ecografía tampoco era normal. También en la analítica vimos que tenía altas las troponinas, que es una proteína del aparato contráctil que puede aparecer en la sangre tras un episodio cardíaco. Así que se quedó ya ingresado en el hospital, en la unidad de semicríticos. Le seguimos haciendo varias pruebas durante unos días, hasta que por fin dimos con la cardiopatía que tenía, que es una displasia arritmogénica. De hecho, ésta era congénita, aunque no se le había manifestado hasta ahora. Sin ya dejarle salir del hospital, le operamos y le instalamos un marcapasos desfibrilador, para que le actuara en caso de una arritmia maligna.

Me siento muy orgulloso de este caso; en parte porque es amigo mío, pero también porque ha sido un caso de éxito que ha acabado felizmente.

 

Y después, él ha seguido haciendo deporte…

Claro. Xavi es una persona que no puede concebir la vida sin realizar actividades al aire libre. El suyo es un caso ejemplar de adaptación a la vida tras un episodio como éste, que ha limitado su capacidad de hacer determinado deporte, pero que sigue haciendo lo que más le gusta. Con su bicicleta eléctrica se ha adaptado de manera admirable a las limitaciones derivadas de su nueva situación.

De hecho, él participa en el Programa Paciente Experto del Hospital Vall d’Hebron contando su experiencia y ayudando a otras personas que se encuentran en situaciones similares, con el fin de que se adapten a su vez a su nueva situación sin renunciar a las actividades que más les gustan.

 

Factores de riesgo: de los habituales a los menos conocidos

 

El problema de Xavi Ódena era congénito, pero ¿qué aspectos hemos de cuidar para tener una buena salud cardiovascular?

Aquí tenemos que hablar de factores de riesgo. En cierto modo, tal y como se lo oí a uno de mis maestros, el Dr. Barrabés, lo veo como una lotería en la que cada uno tiene boletos de tener un episodio cardiovascular. Si no cuidamos la salud, tendremos un montón de boletos en nuestras manos diariamente. ¿Y cuáles son las claves en el cuidado de la salud? Pues por un lado están los clásicos: la hipertensión, el colesterol malo, la diabetes, la obesidad, el tabaco y el sedentarismo. Éste último es fundamental. Un gran médico e investigador catalán, Manel Esteller explica en un libro que me acabo de leer que todos tenemos en casa un asesino silencioso, que es el sofá de casa. La actividad física es fundamental para una buena salud cardiovascular.

 

Y dentro de los menos conocidos, ¿cuáles destacarías?

La calidad y la cantidad de sueño es un factor muy importante, sobre todo porque influye en cómo te alimentarás ese día y en si tendrás energía o no para hacer deporte. La contaminación ambiental y la presencia de enfermedades inflamatorias también son factores relevantes. El estrés en sí no tiene porqué ser perjudicial, pero sí que lo es sí nos conduce a alejarnos de los hábitos de vida saludables. Los grandes disgustos sí que constituyen episodios de alto riesgo, ya que pueden generar la llamada cardiopatía de takotsubo, que aparece durante esas situaciones de estrés emocional severo, y debido a las cuales, el corazón se abomba en pocos días. En realidad, vemos que existe una relación entre el estado emocional del cerebro y la salud cardiovascular, pero de la que aún conocemos muy poco.

Algunos de estos factores están vinculados indirectamente con la falta de unas relaciones sociales sólidas y la pobreza, que provocan un mayor sedentarismo y una alimentación carente de productos saludables, respectivamente.

 

A fondo con la alimentación

 

Ahora que mencionas la nutrición, se percibe a menudo como un tema complejo. Colesterol malo, colesterol bueno, grasas saturadas, Omega3, … Leemos y escuchamos informaciones, incluso a veces contradictorias. ¿Qué consejos básicos nos puedes dar?

Tenemos que intentar simplificar en los consejos. La clave es mantener una dieta mediterránea, en la que abunden verduras, frutas, legumbres, frutos secos y aceite de oliva. Aquí tenemos la suerte de poder llenar nuestra cesta de la compra con este tipo de productos y debemos de aprovecharlo.

Ahora se ha puesto de moda el ayuno intermitente. Tiene cierta lógica esto de no estar comiendo todo el día. Cenar pronto ayuda a tener un periodo más largo sin ingerir durante la noche, pero no me obsesionaría a este respecto.

 

El café es nuestro combustible en la actividad laboral diaria. Tomar 3 o 4 cafés diarios, si tenemos la tensión en unos valores correctos y no tenemos otras patologías, ¿es aceptable o conviene restringirlo?

No existe ningún estudio que vincule el beber café con la salud cardiovascular. De hecho, hay algún estudio que relaciona el mayor consumo de café con una mejor calidad de vida. Ahora bien, la relación no implica causalidad. Probablemente las personas que consumen varias tazas de café al día sean más activas y por eso tengan mejor salud. Al menos, podemos concluir que malo no parece ser; siempre que no se tengan otras patologías, por supuesto.

 

¿Podemos aplicar lo mismo al consumo de sal?

No, para nada. El caso de la sal es muy diferente. Con la edad se tiende a ser hipertensos. El consumo de sal tiene un efecto muy nocivo a largo plazo, ya que nos convertirá en hipertensos de manera prematura. Se recomienda por tanto un consumo muy moderado de sal. Tampoco me convence la sal sin sodio, ya que el gusto se acostumbra al exceso de sal y, por lo tanto, es algo que también hay que evitar.

 

El Red Bull y otras bebidas energéticas, ¿son tan perjudiciales para el sistema circulatorio y el corazón? ¿Su dosis debería de ser cero como la del tabaco?

Seguramente lo peor que tienen estas bebidas sea el azúcar. Evidentemente la cantidad de cafeína nos desaconseja consumir más de una al día. Sin embargo, si su consumo nos ayuda en algunas ocasiones a animarnos para salir en bicicleta o para ser más activos, quizás no sea tan desaconsejable de manera ocasional. Desde luego, no es en absoluto recomendable un consumo diario. También me gustaría puntualizar que aún desconocemos el efecto a largo plazo que tiene el consumo frecuente de estas bebidas, ya que llevan en el mercado apenas 20 años.

 

Síntomas de alerta

 

Nos has explicado un caso que acabó felizmente porque fue tratado a tiempo cuando aparecieron ciertos síntomas. ¿Qué síntomas deberían de alertarnos para acudir de inmediato al hospital o para llamar a una ambulancia?

Cuando uno se desmaya es un motivo de alarma, sobre todo si el desmayo es repentino o si viene acompañado de un dolor torácico o palpitaciones. Ese tipo de desmayo suele deberse a la falta de riego sanguíneo en el cerebro, y eso ya nos debe de alertar de inmediato. Es cierto que puede deberse a una bajada de tensión, pero es siempre mejor una visita de más al hospital que una de menos.

A veces se producen palpitaciones, que pueden no deberse a un problema cardíaco. Es difícil dar una directriz clara de cuando puede ser grave o cuando no. En caso de duda, lo mejor siempre es consultar a nuestro médico de cabecera para que nos oriente y aconseje mejor.

 

Aunque el desmayo se produzca en reposo o haciendo ejercicio, ¿deberíamos de actuar igual en ambos casos?

Sí. Un dolor fuerte en el pecho o un desmayo son síntomas que tenemos que tomarnos en serio, aunque nos ocurra en el sofá mirando la televisión.

 

¿Qué síntomas son preocupantes?

La mayor parte de los cicloturistas de más de 40 años que mueren haciendo deporte lo hacen tras sufrir un infarto, una cardiopatía isquémica, que es un desequilibrio en el flujo sanguíneo por las arterias secundario a la ateroesclerosis (o acumulación de colesterol en la pared de las arterias coronarias). Lo que nota el paciente es lo que llamamos una angina de pecho. Cuando uno está haciendo deporte, le exige al miocardio un trabajo extra y a esa parte del corazón no le llega la sangre suficiente; en consecuencia, le duele. Si estuviera en reposo, seguramente no notaría ese dolor. Se produce un efecto curioso y es que lo nota como si doliesen otras partes del cuerpo. Esto se debe a que los nervios que provienen del corazón confluyen con los que vienen del brazo en el mismo punto de la médula espinal. Nuestro cerebro no identifica este dolor como dolor proveniente del corazón, ya que nunca hemos sufrido un golpe o un dolor en él. Por eso, lo confundimos con el dolor de la muñeca, del brazo o de otras partes del cuerpo con un origen embriológico cercano.

 

¿Qué es la muerte súbita y por qué no se detecta en ciclistas profesionales?

La muerte súbita aparece sin sintomatología previa. Afecta a deportistas de todas las edades. Idealmente deberíamos de ser capaces de identificar los pacientes a los que les ocurrirá próximamente, para poder poner remedio antes. Desgraciadamente, estamos muy lejos de poder conseguirlo.

Volviendo al símil anterior del billete de lotería, le puede pasar a cualquiera.

Las causas más frecuentes de la muerte súbita en los deportistas jóvenes son la miocardiopatía hipertrófica y la displasia arritmogénica, que es lo que tiene Xavi Ódena.  Cómo comentamos antes, en personas ya más maduras, es la cardiopatía isquémica (infartos de miocardio) la responsable de la mayoría de los casos.

 

¿Hay ciertos hábitos que pueden ser factores de riesgo de la muerte súbita?

No hay unos hábitos concretos que puedan estar detrás de una muerte súbita. Evitar los factores de riesgo que mencionaba antes nos ayudará a largo plazo, pero es cierto que a veces se produce en deportistas muy jóvenes; en esos casos los hábitos no han tenido ninguna influencia.

 

Como cicloturistas que nos encanta subir puertos, sí que me han llegado a decir que “con esos esfuerzos que hacéis, es normal que pasen estas cosas…”.

No, no es cierto. El riesgo real es no hacer deporte. Los excesos no son buenos, eso también es cierto. Los que hacen un ironman y llevarán su cuerpo al límite, sí que tendrán que someterse a ciertas pruebas para verificar que pueden afrontarlo, asumiendo un riesgo lo menor posible.

 

¿Y cómo actuar ante un episodio de muerte súbita?

El caso paradigmático de reacción incorrecta es lo que le ocurrió al futbolista Antonio Puerta. Es importante que los ciclistas realicemos una formación de reanimación cardiopulmonar básica, ya que a menudo hacemos deporte con compañeros. Este tipo de formación cada vez es más frecuente, incluso en los centros de secundaria. Esta reanimación a tiempo puede ser la diferencia entre una recuperación satisfactoria y un episodio que acaba en fallecimiento. Cada minuto cuenta.

También se está trabajando en proyectos piloto con drones para hacer llegar un desfibrilador rápidamente a la persona que ha sufrido un problema cardiovascular. El proyecto Girona Territori Cardioprotegit es pionero en poner a disposición desfibriladores por todos los municipios para que se pueda realizar una desfibrilación temprana cuando sea necesario.

 

¿Algún consejo adicional?

Sí, nunca dejar sola a la persona que no se encuentra bien. Si no dejamos solo a alguien que tiene una avería, ¡cómo vamos a dejar sola a una persona que no se encuentra bien! Por mucho que diga que no nos quiere estropear la salida y que insista en que luego nos alcanzará. Siempre parar, acompañarle y, si no remite la molestia, avisar a los servicios médicos. Conviene actuar siempre con sentido común.

 

Prevención para ciclistas

 

¿Qué pruebas debería de hacerse un ciclista que empieza a hacer deporte con cierta edad?

Cuando uno empieza a hacer deporte ya con cierta edad, debe de hacerse una analítica, un electrocardiograma y una exploración física. Con estas sencillas pruebas, que no son invasivas, ya podemos detectar ciertas patologías. También una ecografía es muy inocua y puede ayudar a diagnosticar algunas patologías. En sus años de juventud y con malos hábitos se puede haber desarrollado ya de joven una arterioesclerosis, que es cuando se acumulan placas en las arterias que eventualmente pueden llegar a provocar un infarto.

 

¿Y qué pruebas debería de hacerse periódicamente un ciclista o cicloturista completamente asintomático?

A partir de los 40 años debemos de ir anualmente al médico de cabecera, que nos explore y mire la tensión arterial y hacernos una analítica y un electrocardiograma al año. Con esta rutina ya podemos detectar precozmente muchos problemas que pueden presentarse.

 

¿No es necesario realizar una prueba de esfuerzo anual?

Una prueba de esfuerzo puntualmente puede ser interesante. No es imprescindible realizar una prueba de esfuerzo periódicamente, si no queremos medir nuestro VO2 máximo o nuestro umbral de pulsaciones y si el ciclismo es simplemente nuestra afición. Pero si ésta nos motiva a salir, a entrenar y comparar resultados año a año, me parece genial. De hecho, puede resultar más útil que muchas otras cosas que compran los cicloturistas.

 

Una terrible plaga en el ciclismo profesional

 

Solo en la segunda mitad del año 2023 nada menos que 6 ciclistas profesionales han sufrido infartos o han recibido un diagnóstico de cardiopatías graves. El neerlandés del Jumbo-Visma Nathan Van Hooydonck sufrió un infarto mientras conducía y ha tenido que dejar el ciclismo. El belga Wesley Kreder sufrió un ataque al corazón en septiembre y también lo ha dejado. Además, lo han dejado por cardiopatías el belga Sep Varmarcke en julio, el neerlandés Jarno Mobach en septiembre y el danés Niklas Eg en octubre. Otro neerlandés, Mark Groeneveld murió de un infarto también en octubre mientras competía. ¿Qué puede estar pasando?

Habría que conocer qué ha pasado en cada caso. Hay muchas patologías diferentes. Por ejemplo, Van Hooydonck parece que refiere una dilatación del ventrículo derecho, algo frecuente en la miocardiopatía arritmogénica con predominio del ventrículo derecho (mismo tipo de cardiopatía de la de Xavi Ódena).

Los ciclistas profesionales están muy controlados, pero hay casos muy diversos. Se descartan muchas patologías con las pruebas, pero el 100% de certeza no la tiene nadie. Sí que es cierto que esta elevada incidencia en el ciclismo profesional da que pensar. De todos modos, es probable que en este tipo de personas que llevan el corazón al límite, los problemas cardíacos ya den la cara antes. A veces un problema genético que nunca daría lugar a una patología o sólo en la vejez, puede precipitarse por la práctica deportiva tan intensa. Es por esto por lo que estos deportistas deben de llevar un control mas estricto, al igual que algunos cicloturistas con alta dedicación.

 

Por otro lado, el primer objetivo en el deporte profesional es ganar, no es la salud. Se prima el espectáculo y el éxito deportivo, y por ello seguramente no sea lo más saludable a esos niveles. Los efectos se irán descubriendo a largo plazo. De todos modos, no conozco a fondo el ciclismo profesional.

 

Cada vez que recientemente se produce un caso de muerte súbita o de problemas cardiovasculares, seguramente hemos oído algún comentario en que lo achacan a las vacunas contra la COVID-19. ¿Qué opinión te merecen estos comentarios? ¿Qué dirías a los que albergan dudas?

Primero, no creo que la prevalencia actual de muerte súbita sea tan alta; más bien el altavoz de los casos mediáticos nos puede dar esa sensación, pero los datos siguen siendo similares a años y décadas anteriores. No soy para nada experto en el tema de las vacunas y menos aún en este tipo de vacunas nuevas, pero no creo que exista un estudio bien hecho que relacione las vacunas con la muerte súbita. Me parece otro argumento falaz más del colectivo antivacunas. Es cierto que se vieron casos de miocarditis en gente joven, pero creo que sucedieron en una ratio similar a la que ocurría con la propia enfermedad por sí misma y en un momento de pandemia mundial, donde escaseaban los datos y se priorizaba el disponer de soluciones.

Aún y eso, creo que ahora mismo el COVID-19 es una enfermedad mucho menos virulenta que en 2020 y parece que la vacuna ha quedado relegada para la población de riesgo, por lo que ha dejado de ser un problema.

En resumen, creo que se podrían haber hecho las cosas mejor, y probablemente se radicalizaron posturas tanto por parte de los antivacunas como de los provacunas; pero eso no nos debería dar pie a extraer conclusiones que no parecen ciertas, como esta relación con la muerte súbita.

 

Terminando la entrevista

 

Después de tanto comentar patologías, acabemos con algo más amable. ¿Puede que el ciclismo sea el mejor deporte para la salud cardiovascular?

Es de los mejores deportes. Es cierto que cuando subes puertos, estás obligado a trabajar a diferentes intensidades y en diferentes zonas cardiovasculares. De todos modos, no hay un deporte perfecto. Haz el deporte que te guste. Hazlo con amigos, hazlo solo, pero haz deporte. No te obsesiones con los retos si es posible, aunque es cierto que motivan a entrenar y a practicar.

A partir de cierta edad es bueno que los ciclistas lo complementen con otros deportes o ejercicios de fuerza para evitar la sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular. Es muy importante mantener una buena masa muscular cuando uno ya es mayor para alargar todo lo posible la autonomía personal.

 

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Mientras concluimos la entrevista, nos cuenta otros casos de éxito, en los que ha salvado la vida de otros pacientes que llegaron en situaciones críticas. Lo comenta con total normalidad. Como si salvar la vida de una persona formara parte de su día a día en su actividad laboral. Ello nos da pie para cerrar este artículo del mismo modo que lo hemos empezado: mostrando nuestra más absoluta admiración por estos profesionales que se ocupan de nuestra salud y que comparten lo que saben con nosotros. Un magnífico cierre para una entrevista que nos ha conmovido, emocionado y educado a partes iguales.

Fotos: Andoni Epelde y Archivos MML

 

 

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