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Historias y rutas

Vuelta a España 2022, 9ª etapa entre Villaviciosa y Les Praeres. Una etapa entretenida, rompepiernas, con un duro final en las rampas de Les Praeres. Están en Teledeporte comentando la etapa Carlos de Andrés, Pedro Delgado y Joaquín Rodriguez (Purito). Faltan bastantes kilómetros a meta y, como el final de la etapa de hoy tiene rampas muy duras, empiezan a hablar de puertos con rampas similares o subidas que se asemejen a Les Praeres. Salen varios nombres a la palestra y Joaquín, que reside en el Principado de Andorra, empieza a hablar de la subida andorrana al Pic de Carroi. “Es muy duro” – afirma, “casi imposible para subirlo en bicicleta”. Durante la conversación alguien les envía una altimetría del Pic de Carroi y empiezan a decir los porcentajes; que si un 27%, en algunos tramos hasta 30%… “Muy duro” –comentan. Inmediatamente me doy cuenta de que la altimetría de la cual están hablando es la que yo dibujé en el año 2005 y publiqué en la web de www.altimetrias.com. ¿Cómo saber que es la que dibujé? Muy fácil: los números que iban cantando coincidían con mi altimetría; y otro dato importante, la realidad es que no hay altimetrías dibujadas del Pic de Carroi.

 

Recuerdo perfectamente ese año 2005 cuando fui a subir el Carroi con mi BTT para medirlo: difícil olvidarlo. Realmente es muy duro y no conseguí subirlo sin echar el pie al suelo en alguna ocasión. La pista de tierra tampoco ayuda, pues en algunos tramos estaba bastante mal. Pronto se cumplirán 20 años de esa famosa altimetría. En todo este tiempo todo ha evolucionado bastante. Por ejemplo, por aquel año solo tenía un viejo altímetro barométrico que media la altitud cada 4 m y era de lo más moderno que había entonces. Ahora los altímetros actuales miden cada metro, con señal GPS de varios satélites e incluso ajustan la variación barométrica, por lo que cada vez son más exactos.  Pero quizás el salto más grande haya sido el acceso a Internet y la aparición de mapas online con gran precisión donde se pueden cotejar los datos obtenidos en la medición realizada. Así, cuando tomas datos de una subida, después puedes contrastarlos con el mapa para verificar y corregir su exactitud. Es una satisfacción comprobar que los datos obtenidos son bastante exactos y si se desvían un poco, esa desviación es uniforme. Por lo tanto, todo es correcto y el margen de error, si lo hay, mínimo.

 

Hace 20 años no disponía de todos estos avances y estaba claro que la altimetría del Pic de Carroi podía tener fallos, como la altitud final que tenía marcada en 2256 m y pude comprobar en el mapa topográfico que la altitud real es de 2291 m. Tenía claro que la vieja altimetría necesitaba una actualización y el pasado mes de julio del 2022 tocó volver a pelear con esa endiablada subida y pude comprobar que tras 20 años sigue igual de dura. Fue una casualidad que en la etapa de la Vuelta a España de ese mismo año se hablase del Pic de Carroi, cuando justo unos días antes acababa de dibujar la nueva altigrafía del puerto, actualizada, y que se ajusta más a la realidad. Claro que ni Carlos, ni Perico, ni Purito podían saberlo. La nueva no se ha publicado en ningún sitio y nadie sabía de su existencia.

 

Si algún día decidís ir a subir el Pic de Carroi debéis saber que necesitaréis una BTT y con buen desarrollo: si os sirve de orientación yo llevaba un 22×42 y no sobró nada. Olvidaos de una bicicleta de carretera y tampoco vale una de Gravel.  Considero que con una Gravel es imposible subirlo. Si queréis tener éxito tendrá que ser con una de montaña y aun así será complicado. No tanto por su pendiente, que es extrema, sino por las condiciones de la pista de tierra que no siempre se encuentra en buen estado y hay partes pedregosas donde mantener el equilibrio en una pendiente superior al 25% requerirá de toda nuestra atención y pericia.

 

Localizarlo es fácil. Cuando entras en Andorra la Vella desde el norte se ven las antenas a la derecha del valle, en lo alto de la montaña. No parecen que estén a mucha altitud: al menos a mí esa sensación me da, pero debe ser un defecto óptico porque ¡vaya si están altas!

 

La altimetría empieza en un cruce en la población de Sispony, donde confluyen la carretera que viene de Andorra la Vella y la que viene de La Massana. Decidí empezar la medición en el cruce donde se encuentran ambas, porque por ese cruce hay que pasar sí o sí, vengas de donde vengas, la carretera se hace más estrechita y es mucho más tranquila. Para hacerla en BTT me pareció un lugar idóneo.

 

El primer kilómetro y medio aun es asfalto, con porcentajes bastante irregulares, incluso con algún descanso. Al finalizar el asfalto hay un cruce junto a una casa; si sigues recto vas hacia Els Cortals de Sispony y a la izquierda hacia el Pic de Carroi. No tiene perdida: un bonito letrero de madera lo indica perfectamente y las antenas se ven ahí arriba. ¡Vamos en buena dirección! Además, a nuestra ruta le sigue una pequeña bajada. Fantástico, pensará alguno; pues es un mal presagio, porque en nada se acaba la bajadita, se cruza el río y empieza la diversión.

 

Los primeros 500 metros no son complicados aunque la pendiente va in crescendo. Pronto se supera el 25% y ya te das cuenta de que no va a ser una cosa fácil. Después de la primera herradura a izquierda viene un tramo recto bastante infernal, con rampas del 30% y puntas del 32%. Superar esta parte ya tiene mérito. El piso está descarnado y ponerse de pie no es buena idea, pues la rueda patina fácilmente y se pierde el equilibrio rápidamente. Por suerte no todo es al 30% y algún respiro sí que da.

 

Al pasar la siguiente herradura de derechas, de nuevo la pendiente aumenta de manera exagerada -otra vez el 30%-, pero en el horizonte se adivina que el porcentaje va a menos. Y así es: justo antes de una serie de herraduras y una barrera abierta hay un descanso y se puede recuperar. En este punto si se mira arriba se vuelve a ver la antena. Parece más alta que desde Andorra la Vella: lo que yo os decía, un efecto óptico. Si has llegado hasta aquí sin poner pie a tierra hay posibilidades de conquistar toda la subida sin hacerlo, ya que se ha pasado el tramo más complicado. No será de todos modos un paseo. Al poco de pasar la barrera vuelven una serie de herraduras más cercanas la una a la otra, en donde vuelven las rampas del 27%. Por suerte aquí el piso está mejor y no se pasan las penurias del primer tramo hasta la barrera.

 

A partir del tercer kilómetro desde que se ha cruzado el río, la pendiente no es tan extrema y se puede subir decentemente. El cansancio acumulado es un hándicap, pero ya no hay rampas terroríficas; incluso en la cota 2060, tras pasar una herradura de derecha, hay un tramo casi llano. Las antenas cada vez se ven más cerca, ahora sí. Ya casi está, pero cuidado que queda el final. Curiosamente los últimos 300 m son de asfalto y cemento, un asfalto decente que nos sabrá a gloria y nos parecerá una autopista. Restan dos herraduras muy duras donde vuelve el 27%, pero en asfalto es otra cosa y ya se puede tocar la antena.

 

Subidas como esta no abundan. Intentar subirlo ya es un reto y si os animáis a hacerlo podréis disfrutar de unas vistas espectaculares de Andorra, aparte de la satisfacción conseguida.

 

 

Un reto en ciernes

 

No, no he subido el Pic de Carroi. La última vez que estuve en Andorra desconocía su existencia y no he vuelto desde entonces. Pero voy a contestar a tres cuestiones muy rápidas que hablando con Ángel y Jon me pidieron que respondiera.

 

La primera: ¿Merece la pena publicar este reportaje?

 

Esto fue lo primero que nos preguntamos nosotros mismos cuando Ángel quiso compartir con nosotros esta historia que le llamó la atención y que tiene fresca en la memoria porque fue su último test previo al viaje a San Glisente y la Malga Palazzo.

 

La respuesta es un sí rotundo. Que desde ZIKLO presentemos algo así no quiere decir que haya necesariamente que ir a subirlo. Si lo hacemos es porque entendemos que es algo excepcional, algo fuera de lo común. No está de más saber de su existencia y además destapar sus secretos. Como dice Ángel, las vistas desde la antena son magníficas y estoy convencido de que un día despejado de verano, merecerán la pena.

 

Nos gusta siempre sorprender y sobre todo buscar temas y puertos de los que no hay información, ni en la red ni en ningún sitio. Además, en este caso están al lado de casa, como quien dice.

 

La descripción de Ángel ya nos dice que no se encuentra en buen estado: tierra, zonas pedregosas. Quizás en esos tramos haya que desmontarse, más que por la pendiente, por el estado de la pista. Bueno, ¿y qué? No pasa nada, caminamos un poco y seguimos en zonas donde la tracción sea mejor.

 

La segunda: ¿Voy a ir a conocerlo?

 

Otro sí rotundo. En cuanto pueda. Y si os soy sincero, he decidido ir tras leer el párrafo anterior. No se trata de un reto en este caso, se trata de pura curiosidad. Tengo muy claro, y San Glisente fue el ejemplo evidente, que no me voy a jugar el tipo en pendientes del 25% en terreno pedregoso y sin tracción o seguridad en la tracción. Estoy dispuesto a enfrentarme a rampas del 25% o del 35%, pero donde la lucha sea justa y el estado de la pista u hormigón te anime al desafío. En otras palabras, lo que supone intentar subir la Malga Palazzo. El reto en un tramo de tierra como los del Jandri en los Alpes franceses o en San Glisente no es tal o al menos yo así lo interpreto. Pero dicho lo cual, ¿qué me impide seguir subiendo para conocer otra subida y con el premio de estas vistas? Nada.

 

La tercera: ¿Tiene cabida esta subida en el ciclismo profesional?

 

Un no rotundo. Suponiendo que estuviera asfaltado, aquí como en otras muchas subidas no se les ha perdido nada a los profesionales. Por supuesto que ellos, si tuvieran que subirlo, son los más capacitados para hacerlo; pero no tiene sentido. Esta subida está para ir con una mochilita a la espalda y darte una buena sudada. Caminar donde no quieras arriesgar y subir lo que puedas donde la pista te deje hacerlo, para disfrutar del bocata en la cima sacando unas bonitas fotos en un día soleado. Pic Carroi, espera que voy.

 

Por Angel Morales y Rubén Berasategui

Altigrafía: Javi Fuertes, Josemi Ochoa, Angel Morales, Franci García/APM

Publicado en ZIKLO 45