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En la mejor compañía

 

 

 

Conozco a Alicia González hace ya muchos años. He seguido su trayectoria y he podido presenciar algunos de sus mejores momentos deportivos. Alicia no está elegida al azar. Graduada en Biotecnología en la Universidad de Oviedo, fue formada junto a su hermana Lucía González en el equipo Lointek. La asturiana es una corredora de equipo y una de las pocas ciclistas que se mantienen en el Movistar team desde el inicio de este proyecto, que supuso un hito histórico al ser el primer equipo en proporcionar una oportunidad profesional al ciclismo femenino a nivel estatal. Ella es una ciclista de cuna con mucha experiencia que disfruta del presente y ve con ilusión el futuro.

Además de su trayectoria en ciclismo de carretera ha compaginado su carrera deportiva con el ciclocross (CX), disciplina en la que ha logrado innumerables victorias además de coronarse como campeona de España en todas sus categorías, siendo la vencedora absoluta en 2017.

En la actualidad reside con su pareja el también ciclista profesional Jonathan Lastra (Cofidis) en Bilbao y no se me ha ocurrido mejor manera de hacer este reportaje que saliendo a rodar con ambos y aprovechar la ocasión para reconocer la última parte de la primera etapa del Grand Départ Euskadi del Tour de Francia que tendrá inicio y final en la “Capital del Mundo” el próximo verano.

Gracias, Alicia, por tu sinceridad y sobre todo por tu generosidad al compartir tu historia desde la humildad y sin doblez, como solo la gente sencilla que merece la pena sabe hacerlo. Gracias también a Jonathan por su colaboración y ser el ejemplo de, como dice el refrán pero cambiando el género, “detrás de una gran mujer siempre hay un gran hombre“.

 

Primeros pasos

 

Alicia, empecemos desde el principio, ¿cómo comenzaste en el ciclismo?

Empecé con 5 años como actividad extraescolar en el colegio de Viella donde vivíamos. Además de las carreras federadas, había unos juegos escolares con cuatro carreras en velódromo a las que acudíamos en autobús desde el colegio. Mi hermana, que es cinco años mayor que yo, empezó en el club ciclista Colloto y yo me federé con 6 años en la Escuela de Ciclismo de Viella donde estaba metido mi padre, quien ahora lleva a las féminas cadetes y juveniles. Estuve allí hasta que fiché por el Lointek cuando pasé a sub 23.

En cadetes empecé a correr en el Torneo Euskaldun y la Copa de España y continúe en juvenil. Desde escuelas me fue bien, tanto en carretera como en CX, BTT, y probé pista también. Cuando pasé a sub 23 dejé BTT y pista, donde tuve buenos resultados, pero al final me quedé con lo que me gustaba. Además, los calendarios de CX y carretera son invierno y verano por lo que son complementarios.

En Lointek coincidí varios años con Lucía. Con ella siempre he ido con ventaja porque mi hermana ya había pasado por todo y gracias a ella yo he cometido menos errores. Yo era como una esponja y aprendí mucho de su experiencia. Como te digo, viví el ciclismo desde pequeña por mi padre y con mi hermana.

 

¿Y cómo ha sido correr con ella?

No nos gustaba ir mucho juntas en carretera porque vamos muy pendientes una de la otra. Recuerdo el Giro que corrimos juntas, bajando el Mortirolo, y aunque las dos bajamos bien, pero lo hicimos fatal por ir pendientes una de la otra.

Lucia tiene mucha visión de carrera y le gusta mandar; además lo hace bien. En el equipo es querida por eso y las jóvenes aprenden mucho de ella.

 

¿Cómo estás viviendo esta etapa de oro de Lucía, donde las últimas temporadas se ha coronado como campeona de España y está peleando con las mejores en la Copa del mundo de CX?

Empezamos a salir jóvenes a correr CX. En el extranjero en cuanto te despistas te pasan diez corredoras y tienes que ir todo el rato pendiente sin perder la posición ni poder aflojar. En España somos menos y las diferencias son más grandes- A mi hermana salir al extranjero le ha venido bien y le ha hecho crecer mucho. Por otro lado, coincidir con Aida Nuño les ha hecho bien a las dos. Con respeto siempre, pero se han visto duelos muy bonitos y disputados entre ellas. Las dos se tienen mucho respeto, son sencillas y correr juntas les hizo mejores a las dos.

 

¿Y cuándo os ha tocado ser rivales?

En carretera es diferente porque no hemos tenido rivalidad directa a pesar de estar en diferentes equipos. Ahora en CX sí estoy viviendo un poco esa rivalidad. Mi hermana y Sofía Rodríguez están dos puntos por delante, pero me estoy encontrando bien, veo una progresión y espero llegar bien al campeonato de España.

 

¿Cuáles han sido tus referentes en el ciclismo?

En CX he tenido la referencia cerca con Lucia, Aida y Rocío Gamonal. En carretera siempre me ha gustado Elisa Longo, una corredora muy valiente.

 

¿Qué te da la carretera y qué el CX?

El CX me da que, sin él, los inviernos se me hacen muy largos, porque me gusta competir y me da una chispa que me ayuda a empezar carretera de otra manera. De la carretera, el fondo que te da y notar que tengo otro ritmo tras estos años corriendo en World Tour.

¿Y en cuanto al equipo, la llegada de Annemiek Van Vleuten ha supuesto un antes y un después en Movistar? ¿Cómo es tener en el equipo a una corredora como ella?

Cuando nos dijeron que iba a venir ella yo estaba en las clásicas de Navarra y no me lo creía al inicio. Es una corredora un punto o dos superiores al resto. Me recuerda a Jonathan, estudiándose los recorridos al detalle y prepara bien las carreras. En las reuniones insiste mucho en tener un plan y que cada corredora tenga claro el trabajo que hacer.

 

¿Te queda algo por hacer en el ciclismo?

Me queda volver a un Giro, correr un Tour o hacer una Vuelta. Me gustaría hacer Vuelta a España algún día y tengo la ilusión, como todo deportista, de ir a unas Olimpiadas.

 

¿Cuál ha sido tu mejor momento y lo peor que has vivido en el ciclismo?

Cuando empezamos la primera temporada con Movistar y gané la etapa en la Semana Vvalenciana compartiendo pódium con Utrupp y Molman, porque fue inesperado. Justo después hice top 20 en Strade, que fue ese año que hizo tan malo y de hecho iba tan concentrada y metida en carrera que no tuve la sensación de frio. Después en las duchas vi que muchas corredoras tuvieron problemas.

Lo peor las caídas. Creo que fue en 2019 cuando me pillaron muchas montoneras. Yo nunca tengo miedo en el pelotón, pero me costó olvidar aquella mala racha.

 

¿Quiénes han sido tus mayores apoyos en el ciclismo?

Mi hermana ha sido una influencia muy grande, la Escuela de Ciclismo de Viella y mis padres. En Lointek también viví una parte muy importante al salir fuera. En los últimos años, Jonathan también ha sido una parte importante porque, sobre todo en los días malos, ha sido mi punto de apoyo.

En cuanto a las compañeras todas las españolas con las que he compartido años en Movistar: Lourdes Oyarbide, Gloria Rodríguez, Alba Teruel, Mavi García…  Tengo buen recuerdo.

 

 

Un genial compañero

 

¿Cuándo os conocisteis Jonathan y tú?

Conocernos, nos conocemos desde pequeños porque ambos hacíamos BTT y coincidíamos en un torneo que se llamaba Futurobike. Después coincidimos mucho en ciclocross porque los dos competíamos.

Jonathan: Los tres primeros años de sub 23 los hice a tope con el CX hasta que pasé al Caja Rural.

Alicia: En 2014 empezamos a salir. Yo estaba en Lointek y Jonathan en Irumet y ese año ya pasó a Caja Rural..

 

Jonathan vivía en Bilbao y tú en Asturias. Además, compaginabas el ciclismo con la universidad. Contadme como fueron esos comienzos.

Estudiaba Biotecnología en la Universidad de Oviedo y Jonathan hizo dos grados superiores TAFAD y Nutrición.

Jonathan: Para mí era más fácil porque yo saqué nutrición a distancia y tenía más tiempo libre, así que aprovechábamos las oportunidades que teníamos para poder vernos y quedábamos mucho a mitad de camino en Cantabria Cabezón de la Sal, Unquera o Llanes.

Alicia: Yo tenía carnet, pero no tenía coche y solía ir en autobús. Después, más adelante, el venía a mi casa a Asturias.

 

¿En aquel momento veíais la posibilidad de dedicaros al ciclismo de manera profesional?

Alicia contesta rotunda: Yo no

Jonathan: Tú, hasta que no salió Movistar, no. Me acuerdo que mirábamos la posibilidad de Bélgica por poder compaginar CX y carretera.

Alicia: El último año de Lointek hice buena temporada en cuanto a resultados: 3ª en una etapa y 6ª y 7ª también. Era el último año de sub 23 y terminaba la carrera en la universidad. Mi idea era probar un año dedicada exclusivamente al ciclismo en algún equipo de fuera, probando un año sin estudiar a ver a dónde podía llegar, porque después sí quería estudiar un master. Ese verano me llamó Movistar y me cuadró bien. Hasta este momento la verdad es que no pensé que pudiera llegar a ser profesional. En los últimos cinco años han cambiado mucho las cosas y yo pienso que ahora las jóvenes sí pueden llegar a pensar en un futuro profesional en el ciclismo.

 

Dime tú. Jonathan, cómo veíais en aquel entonces a esta mujer: el carrerón que se ha sacado y cómo fueron aquellos primeros comienzos hasta convertirse en ciclista profesional.

Tiene una cabeza… Se queja y es despistada, pero con lo que me costaba a mí, siempre admiré su capacidad de poder cumplir con todo. Entrenaba corto pero intenso y para el CX iba bien. Y después ya iba cogiendo la forma con la propia competición de carretera.

Yo dejé el CX y me centré en carretera porque no quería estar preguntándome toda la vida hasta dónde hubiese llegado de haberme centrado y dedicado a la carretera. A ella siempre le animé a apostar también por intentarlo.

 

¿Desde cuándo vives en “la capital del mundo”?  (Hago la pregunta bromeando y mirando a Jonathan, que sonríe)

Él se compró el piso antes de la pandemia, pero había que arreglarlo. Nos pilló la pandemia en Sierra Nevada haciendo altura y al principio pensamos en hacer la cuarentena allí, pero cuando la cosa se alargó volvimos juntos a Asturias porque solo teníamos un coche. Estuvimos durante la pandemia en casa de mis padres en Asturias y para el verano ya vinimos a Bilbao.

 

2017 fue un año bueno para ti. Recuerdo cómo ganaste el Campeonato de España de CX en Valencia ante tu hermana Lucía y Aida Nuño, siendo aún sub 23.

Yo no soy supersticiosa normalmente, pero sí lo soy con el número 21. Aquel era mi campeonato número 21, tenía el dorsal número 21 y estaba aparcada en la farola número 21. Recuerdo que dije este campeonato lo gano yo.

Aquella temporada tanto Lucia como Aida estuvieron un punto por encima de mí, pero el circuito me iba bien porque era muy rápido, de soldarte mucho a rueda. Salí convencida y incluso le dije a mi hermana: “Hoy gano yo”. Lucía salió mal y yo hice toda la carrera a rueda de Aida porque ella era superior, pero si llegaba al sprint sabía que yo era más rápida. Además, si había suerte, igual entraba mi hermana también y así fue.

 

Las victorias son caras para la mayor parte de los ciclistas del pelotón. ¿Cómo recordáis aquella victoria?

Fue muy bonita. Yo había ganado en categorías inferiores, pero ese era un campeonato absoluto y yo aún era sub 23. Aquel año fue el de Movistar, pero pude comenzar la temporada de CX con el maillot de Campeona de España.

Jonathan: Para mi es uno de los mejores recuerdos. Yo sé lo que cuesta y lo que vale porque es un campeonato de España absoluto.

 

¿Cómo lo viviste cuando a ella le llegó la oportunidad del Movistar?

Estaba con Alba Teruel en la habitación en el Campeonato de Europa y nos llamaron a las dos antes de correr. Nos llamó Jorge Sanz, que había sido nuestro director en Lointek y nos lo propuso. Nos habló de que iba a salir un proyecto nuevo en España y tampoco nos dio demasiados detalles en aquel primer momento, pero sí nos dijo que tendríamos un contrato de trabajo.

No me afectó para la carrera, porque yo soy una persona muy tranquila. Llegamos al sprint e hice 6ª. Me ayudó a lanzar y a colocar Sandra Alonso.

Fue un proyecto muy bonito porque muchas éramos españolas y ya nos conocíamos. Algunas éramos de Lointek y otras de Bizkaia Durango como Lourdes Oyarbide o Mavi Garcia. Entonces pasamos de ser contrincantes a compañeras de equipo.

Jonathan: No recuerdo exactamente cuándo me lo dijo, pero sí recuerdo desde que se lo dijeron hasta que se hizo oficial que siempre dudaba de cómo será.

 

Habéis crecido juntos como ciclistas y las diferencias en cuanto a condiciones las habéis vivido muy de cerca. En este contexto me gustaría preguntaros sobre todo a ti, Jonathan, cómo has vivido este tema.

Las condiciones eran malas. Al final haces lo mismo pero la sensación era que para nada en el caso de ella. Era un hobby y ya está, porque no había más oportunidad. En CX quizás era un poco diferente: los premios tampoco eran iguales, pero por lo menos las mujeres tenían el mismo reconocimiento y protagonismo que los hombres. En carretera ni eso. No había oportunidad en España de ser profesional.

La verdad es que el progreso que ha habido en estos últimos años no lo imaginábamos en ese momento. Actualmente el salario mínimo del World Tour femenino ya va ser casi superior al del continental masculino. Aún hay mucho salto, pero hace unos pocos años, no había nada.

En el caso de Alicia yo ya le decía: “Estás estudiando, estás entrenando. Si fueras profesional y solo te dedicaras al ciclismo, los resultados serían diferentes”. Ella podía entrenar lo mismo, pero si no recuperas ya no es igual. En su caso no solo se notó el salto a profesional solo por ser un proyecto con condiciones económicas mejores, sino porque ya había acabado la carrera y podía centrarse solo en eso.

Alicia: Yo hacía una carrera de ciencias. Entonces tenía muchas prácticas de laboratorio que eran presenciales obligatoriamente y se me concentraban en enero y mayo. En diciembre tenia exámenes y en junio también. Entrenaba lo que podía. A mediodía, que tenía dos horas, y empleaba una para comer y otra para entrenar, y salía a correr o hacía rodillo al llegar a la noche. Mi tía tenía una casa en Oviedo donde dejaba la bicicleta. Tenía poco tiempo y entrenaba a tope. En aquella época siento que era muy productiva. Me daba tiempo todo y me organizaba. Me faltaba descanso, pero me hizo ganar disciplina.

 

¿Con esos entrenamientos cortos e intensos no te costaba luego adaptarte a las carreras largas de carretera?

Sí, mucho. Es más, mi primera carrera sub 23 fue el Tour de Flandes y superbién hasta el Km 90 que fui en el pelotón. Cuando me quedé, iba tan apajarada que me caí. En España las carreras eran más cortas y tiraba bien.

 

Tampoco estarías habituada a comer lo suficiente y cuidar otro tipo de detalles

Jonathan: Ahora se sabe más de alimentación y se trabaja mejor.

Alicia: Yo recuerdo que no sabía ni cuánto tenía un gel: lo tomaba y punto. De hecho, yo antes, en carrera comía muy poco y el paso a sub 23 me costó mucho. Yo venía de correr en juveniles donde tenía libertad y estaba delante siempre. ¡Cuando pasé a sub 23 y me tocó trabajar, y además las carreras internacionales eran mucho más largas, entonces veía que con las élites no andaba ni para atrás!

Recuerdo, por ejemplo, el Tour de l’Ardèche aquel año, que era una vuelta muy dura, y en la 3ª o 4ª etapa empecé a llorar antes de salir: ya no podía más.

 

Después de tantas experiencias, supongo que habréis aprendido algo uno del otro.

Alicia: Yo soy más impaciente que él y quiero ver resultados inmediatos. Él es más pausado. Una carrera me sale mal y yo siempre le daba mucha importancia a un día malo.

Jonathan: Recuerdo que una vez estábamos entrenando arena en Cantabria. Yo ya no corría, pero estábamos allí entrenando con unas raíces y llegaba ella y que no y que no. Era la segunda vez que pasaba. Es impaciente. Te puedes cabrear si las cosas no han salido bien, pero hay que saber pasar página y relativizar. Después la capacidad de sufrir no se aprende, pero ella la tiene innata.

Alicia: Él se estudia los recorridos de maravilla. Yo, en cambio, sí me miraba las cosas, pero no con tanto detalle. A raíz de estar con él lo empecé a hacer mejor. Por ejemplo, cuando voy a correr al extranjero lo miro en Google Maps, porque es importante conocer las cosas por ejemplo en las carreras de Bélgica.

 

¿Y tú Jonathan que has aprendido de ella?

A mí se me aprecia quizás más la capacidad de sufrir, pero entrenamos mucho juntos y ella se esfuerza mucho. Con el paso de los años se nota menos, pero al principio ella entrenaba fuerte, pero menos, y al pasar las horas se notaba la diferencia. Ella sabe sufrir también. Yo diferencio el sufrir y el agonizar. Agonizar es cuando solo te fijas en la rueda e intentas desconectar. Para forzarte tiene que ser carrera. Ella escucha bastante más que yo. Tiene más mano, sobre todo cuando hay mucha confianza.

 

Venís de dos lugares de cuna ciclista: Asturias y Euskadi. ¿Entrenáis juntos cuando podéis?, ¿que recorridos suelen ser los habituales, qué puertos os gustan?

Alicia: No somos cuadriculados. Por ejemplo, uno tiene 5 horas y el otro 3 y cada uno tiene su trabajo, así que cada uno hace sus series. Por la Margen Derecha de la Ría tiramos mucho para la zona de Gernika o las playas y en la Margen Izquierda un recorrido llano típico es Artziniega y vuelta y para puertos la zona de Las Muñecas y La Granja. Este es el puerto que más me gusta de por aquí. Nabarniz también me gusta. En Cantabria me gusta mucho Estacas de Trueba y en Asturias siempre me gustó la Colladona.

Jonathan: Somos como una grupeta. Con las horas quizás ella se pone a rueda porque el objetivo es avanzar. Me gusta Oiz por Durango aquí; en Cantabria Estacas de Trueba y el Asón también es bonito. En Asturias está bien la Fumarea.

 

Dime, Jonathan, la mejor virtud de Alicia como ciclista y un defecto.

Es disciplinada, esa es su virtud. Como defecto creo que debería comerse menos la cabeza.

 

 

¿Y ahora qué?

 

¿Cómo se presenta el año para vosotros? Alicia, continúas en el conjunto Movistar, donde eres una ciclista de grupo muy valorada por el trabajo que haces y la experiencia que tienes. Jonathan acabas de pasar de Caja Rural al Cofidis

El año bien, con el equipo reforzado con Liane Lippert, que es joven, pero es presente. Anemiek Van Vleuten seguirá este año y ya sabemos cómo es y todo lo que consiguió. También han fichado a Floortje Mackaig, que quizás no es tan ganadora como Lippert, pero es muy regular. El bloque no ha cambiado mucho más. Tanto Lourdes Oyarbide como yo llevamos desde el principio y hemos vivido la evolución. Desde que llegó Anemiek hemos tenido mayor responsabilidad: nuestro papel cambió y nos toca trabajar. En las carreras más pequeñas quizás tenemos mayor libertad, pero a las carreras importantes vamos con unas lideres claras y un trabajo por hacer.

Jonathan: Cualquier cambio siempre suele ser a mejor, no solo por el cambio de categoría sino también porque el hecho de cambiar puede hacer que te exijas más. Supongo que algún día podré tener oportunidades, pero intentaré estar con los líderes escaladores. Contar con un calendario World Tour y poder correr clásicas ya es motivante.

 

¿Clásica o Vuelta?

Alicia: Las clásicas me gustan mucho, sobre todo las de pavé, pero tengo ganas de correr una gran vuelta. La clásica que más me gusta es la Strade Bianche.

Jonathan: Yo clásicas no he corrido, aunque este año sí haré algunas. En las vueltas, el tema de las fugas me motiva mucho.

 

¿Cómo se presenta la temporada para vosotros?

Alicia: Iré al nacional de CX y después correré la Copa del Mundo de Benidorm de CX y el 29 de enero ya empiezo en Almería en carretera. Haré la carrera de un día de Valencia y después UAE. Tras esto, correré las clásicas.

Jonathan: Yo empiezo el 22 una clásica en Valencia y después me voy a Mallorca. Sus clásicas no son las mias, así que no coincidiremos. Haré la Strade y prepararé la Itzulia. Luego Amstel y Flecha, pero ella ya habrá acabado; yo las de pavé no hago.

 

Hemos subido Pike Bidea. que será el último repecho que tendrán que afrontar los ciclistas en la Grand Départ Euskadi en la primera etapa, que tendrá inicio y final en Bilbao. Como veis, será un acontecimiento histórico que supondrá vivir el Tour de Francia en nuestras carreteras. ¿Y qué os parece que el Tour 2023 salga de vuestra ciudad?

Alicia: Yo creo que va haber mucha gente. Las imágenes van a ser impresionantes.

Jonathan: Vendrá mucha gente de otras comunidades y de fuera. Aquí siempre se disfruta mucho de la afición.

 

El crecimiento de la afición de cuneta también ha crecido en el ciclismo femenino.

Alicia: Sí, se nota. La primera vez que lo vivimos fue en la Clásica de San Sebastián cuando coincidió con la masculina. Fue la primera vez que tuvimos la sensación de pasillo, porque en las clásicas hay vallas en los muros.

 

¿Cómo veis la versión femenina del Tour de Francia, que la carrera más importante del calendario masculino haya incluido carrera femenina?

El año pasado tuvo más repercusión de lo que imaginábamos. Que la carrera femenina fuera a continuación de la masculina atrapó a muchos aficionados por la costumbre de ver las etapas por la tarde. Quizás, si hubieran coincidido, hubiera tapado una carrera a la otra.

 

¿Cómo veis el futuro del ciclismo y el vuestro propio?

Alicia: El ciclismo femenino en estos años ha crecido mucho y muy rápido y ahora habría que estabilizar los pasos que ya se dieron. Es importante el apoyo de los medios, por lo que hay que seguir retrasmitiendo las carreras por televisión. Las condiciones han mejorado paulatinamente, en cuanto a lo económico se refiere, subiendo los salarios progresivamente. Ahora el siguiente paso en los equipos UCI es el salario mínimo y lograr equiparar los premios. En CX ya se han igualado.

Yo me veo en el ciclismo en el presente y en el futuro cercano. En un futuro más lejano no sé si me gustará seguir tanto tiempo fuera de casa o no, porque como ciclista se viaja mucho. Este año me saqué el título de directora nivel 3. Cuando deje de competir veré, porque tengo la carrera y es otra alternativa.

Jonathan: A mí me gusta la bicicleta y no sé lo que duraré, pero sí me gustaría seguir en bici. Después no sé hasta qué punto estaré vinculado al ciclismo. Me gusta lo de director, pero no sé si me gustará estar tanto tiempo fuera de casa. Me gusta también lo de los grupos cicloturistas que viajan. Recuerdo que en el instituto, cuando nos preguntaban a qué queríamos dedicarnos, yo pensaba en eso: hacer viajes con traslado y etapas.

Les comento que el cicloturismo es la cara amable del ciclismo. Y en ZIKLO se organizan viajes en España, Francia, Portugal, Italia, Austria… con etapas impresionantes encadenadas y traslados organizados cumpliendo los “sueños ciclistas” de los aficionados.

 

¿Que hacéis cuando no estáis en temporada?

Alicia: Al acabar la temporada viajamos. Hemos estado en Cuba, París, Andalucía, Sicilia…

Jonathan: En casa paramos poco. Nos gusta coger el coche e ir por ejemplo a los Pirineos o a una zona que no conocemos y vamos a entrenar. A mí me gusta explorar.

 

¿Por último, Alicia, qué les dirías a todas esas niñas que están empezando en ciclismo?

De pequeñas, que prueben de todo para poder elegir lo que más les gusta. Cuando estás en escuelas solo tienes que disfrutar con la bici e intentar ser técnicamente lo mejor que puedas, porque luego mejorar eso es más difícil.

Después, si se quieren dedicar al ciclismo, es importante la visión de carrera y ser metódica, porque en cadete quizás destacas mucho por ser físicamente buena, pero hace falta disciplina en categorías superiores. Solo con tener clase no vale y hay que ser constante.

 

 

Reflexiones en voz alta.

Por Ziortza Villa, ciclista de ultrafondo.

 

Hablando de ciclismo he de reconocer que siempre he tenido especial predilección por los ciclistas de grupo. Por supuesto que es imposible no rendirse ante el talento abrumador de un líder y el grandísimo espectáculo que ofrecen las gestas que dan lugar a tantas victorias, pero como aficionada al ciclismo siempre he puesto en gran valor el trabajo que hay detrás de los triunfos y el sacrificio que realizan los ciclistas de todo un equipo para lograr un objetivo común. Es más, profundizando un poco en el tema, en cuanto al ciclismo de carretera se refiere siempre me ha parecido un poco injusta la gloria individualizada para un deporte de equipo y el protagonismo que a veces va en favor de un solo vencedor.

Para quien de verdad entiende de ciclismo y está habituado a ver las etapas de principio a fin, quien sigue el transcurso de una gran vuelta y no solo el desenlace de las etapas reina, esta reflexión quizás puede resultar un tanto evidente, pero para el público en general, y sobre todo para quien sigue el deporte de titulares, el ciclismo se reduce a unos pocos nombres propios.

En el caso de las mujeres que desempeñan su trabajo con menos apoyo mediático y sus carreras, cuando son retrasmitidas, suelen ser televisadas únicamente en los kilómetros finales, el grueso del contenido queda diluido, dejando en la sombra el trabajo que se realiza en el pelotón. El reconocimiento va necesariamente unido al conocimiento y lo que no se ve ni se cuenta no existe: por ello las historias de muchas ciclistas no se conocen.

Sigo el ciclismo femenino de cerca y admito que el espectáculo que ofrecen las mujeres me parece sensacional. Poder compartir las historias de algunas de estas mujeres en ZIKLO es, además de un gran honor, una maravillosa manera de difundir y poner en valor su legado. Mujeres talentosas que con mucho trabajo y tesón han logrado que la vida sea aún más bonita de lo que nunca pudieron soñar.

 

Por Ziortza Villa

Fotos: Andoni Epelde