Día: 10 de marzo de 2022

 

La primera semana de marzo, arrancábamos en Benidorm nuestra temporada de viajes. Un stage que siempre nos motiva, que supone un “volver y ponerse las pilas” y una buena oportunidad para ir acumulando kilómetros y coger un puntito de forma.

El recorrido estaba pensado para ello, con etapas que no son demasiado largas, pero en las que el sube y baja será constante y siempre tenían su buen punto de picante. Hablamos de lugares como La Cruz, Garga, Tossal dels Dinners, Miserat por Pego que era el coco del stage y por supuesto de una referencia alicantina como Tudons.

 

Cada vez que vas al Mediterráneo, piensas en sol, en ponerte de corto, en sentir calorcete, pero desgraciadamente no siempre es así. A veces, la moneda cae de cruz y en esta ocasión el tiempo no fue todo lo bueno que nos tiene acostumbrados. Eso sí, pudimos hacer las 4 etapas y entre ellas las dos más exigentes completas. En las dos restantes toco buscar planes B, pero no hubo problemas para buscar buenas alternativas.

 

Empezamos con buen pie y aunque las previsiones meteorológicas eran negativas, amaneció un día perfecto.  El día a día es lo que vale y hay que aprovechar los buenos momentos y mirar siempre adelante.

Previsiones rotas y a aprovechar el día al máximo. 130 km, 2500 metros de desnivel y Sa Creueta, Garga, Rates y Tossal del Diners conquistados.

 

La noche fue de lluvia y viento. Amanecía parecido, pero con tendencia a mejorar.

A media mañana nos poníamos en marcha. La temperatura era buena y ahí que vamos. Buena parte del grupo se animó y tuvimos la suerte de librar sin prácticamente mojarnos. Por Finestrat, Relleu, Amadoiro y final en La Cruz. 82 km y 1500 metros de desnivel

Día salvado…

 

El tercer día tocaba la etapa reina,135 km y 2650 metros de desnivel con el increíble Miserat como actor principal, buenos secundarios como Tollos y Confrides y alguna que otra trampita Made in Ziklo. Prueba superada, día nublado, esquivando algún chaparrón aislado. Una de esas jornadas en las que acabas fundido, pero no puedes evitar esbozar una sonrisa de satisfacción.

 

Para la última jornada las cosas volvían a complicarse. La lluvia era una amenaza y sabíamos que en mayor o menor medida nos mojaríamos. Pero, era el último día y había ganas de poner un buen broche final. Por Finestrat y Sella fuimos a Tudons para regresar por Aitana, y Relleu. 75 km y 1500 metros de desnivel y prácticamente sin mojarnos.

 

Al final todos contentos, un grupo con el que todo fue de maravilla y no faltaron buenas risas. En el ciclismo hay que ser siempre prudente, pero hay que hacer bueno el “a mal tiempo buena cara”. El año que viene más, porque Benidorm y su entorno nos gustan…

 

Por Jon Beunza

Fotos: Andoni Epelde

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