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Revistas

SUMARIO
    • 02. EDITORIAL.
    • 04. NOTICIAS.
    • 10. PRODUCTO.
    • 24. TERRES DE L’EBRE (Tarragona).

Tierra de contrastes.

    • 46. GROSSGLOCKNER HOCHALPENSTRASSE.

Tan impronunciable como magnífico.

    • 56. SIERRA NEVADA Y EL PICO VELETA.

En la cima de Europa.

    • 74. Cara B: JUANTO URIBARRI.

¡Salve, Portusmaster!

    • 82. SOLO PARA TUS OJOS.

La inquietud por conocer. La Cruz de la Demanda (La Rioja).

    • 92. Col de PORTET.

Nuevo coloso a escena. Qué 20 años no es nada…

    • 98. PAISAJE ES MEMORIA.

El reino de los cielos (Huesca).

    • 104. REFLEXIONES

Ciclismo y paternidad.

    • 108. OTOÑO EN BICICLETA.
    • 112. ULTIMO KILÓMETRO.
EDITORIAL

CICLOTURISTAS Y PROFESIONALES

Nuestras últimas editoriales suelen ser pequeñas reflexiones en voz alta que buscan más poner un tema sobre la mesa en lugar de sacar conclusiones, y en esa línea vamos a seguir. Llegamos al otoño, periodo en el que curiosamente vemos cómo nuestra actividad ciclista suele disminuir. Vale que las horas de luz disminuyan, que tengamos menos tiempo, que la meteorología no sea tan benigna, pero siempre nos ha parecido un pequeño “crimen” no disfrutar de una época del año increíble, cargada de colorido y en la que todo vuelve a estar más tranquilo.
Si, es comprensible y lógico, que el listón no pueda estar siempre en lo más alto, pero el lado menos deportivo y más placentero del ciclismo también está cargado de muchísimos alicientes. Estamos en una época propicia para socializar y compartir más kilómetros con la grupeta, o incluso para realizar escapadas familiares en las que la bici comparta protagonismo con el ocio.
Venimos del verano donde al que le gusta la bici, opciones no le han faltado a uno y otro lado de la carretera. Hemos disfrutado de viajes, buenas salidas y a la vez, hemos tratado de seguir el Tour, La Vuelta; y es que creemos que la inmensa mayoría de los que andamos en bici, también estamos enganchados por el ciclismo profesional.
Cuando desde ZIKLO hemos hablado de profesionales, casi siempre ha sido para recordar historias de algunos de los lugares que os acercamos para compartir kilómetros con ellos, pero siempre tratando de conocer su lado más humano, o para presentar y comentar recorridos. Os aseguramos que hay muchos temas de los que tenemos una opinión muy clara, pero siempre hemos optado por mantener una postura constructiva, respetando el trabajo de los demás, eso sí, sin dejar que grandes errores o cosas que no sean ciertas, tomen protagonismo. Es triste oír cómo nacen rampas del 25% en cualquier puerto, o como “los descubridores” se cuelgan galones, je, je…
Todos podemos y debemos opinar, pero hay cosas con las que no podemos estar del todo de acuerdo. Nos produce cierta tristeza ver la ligereza con la que se opina de todo en las redes. La facilidad para escribir de mucha gente que, escondida en el anonimato, despotrica a diestro y siniestro. Una cosa es que no nos guste una carrera, lo que ha hecho un equipo o un corredor… pero de ahí a criticar a saco debería haber un mundo. Es solo nuestra opinión o nuestra manera de entender el ciclismo y la vida, porque creemos que ningún equipo ni corredor corre para perder y muchas de las cosas que a priori no entendemos, seguro que tiene su porqué. Insisto en que en ZIKLO también tenemos nuestras opiniones y muchas veces contamos con información de primera mano que podría dar juego, pero siempre hemos preferido manifestarnos desde un total respeto y mantenernos en segundo plano.
Somos de la opinión de que cada vuelta, clásica, etc. debe mantener su identidad, evolucionar, pero siendo fiel a sí misma. No entenderíamos una Paris Roubaix sin pavé, como no entendemos una gran vuelta sin etapones de montaña o sin cronos. En el calendario tiene que haber “de todo y para todos”. El llamado ciclismo moderno se mueve por patrocinadores o audiencias y busca que el espectáculo se imponga de principio a fin. La estrategia, el desgaste, el saber esperar el momento, parece que quedan en segundo plano. Hay veces que vemos con cierta nostalgia que esto ya no tiene freno.
En lo que más solemos explayarnos la mayoría es a la hora de hablar de recorridos y puertos. Que lo haga la gente con una base y documentado, nos parece perfecto, pero que se opine con ligereza, y encima pueda hacerse con el altavoz que puede suponer un medio de comunicación, no es serio. Hace unos pocos días, surgía un “nuevo” debate y hablaban de que hay puertos cicloturistas y otros de competición. Si por cicloturista se entiende un puerto de trazado espectacular, rodeado de montañas, con buenas vistas, estaremos de acuerdo; pero si lo hacemos para decidir si es bueno o no para la batalla, para que se rompa el pelotón, no podemos estar de acuerdo. Con ese criterio, la etapa Aranda de Duero a Guadalajara de la reciente edición de La Vuelta habría sido la de mejor trazado de la Vuelta. Por muy bueno que sea un recorrido, todo depende de los actores. Si a esto le añadimos la meteorología, la situación de la carrera, etc., el resultado puede ser imprevisible.
Nosotros rodamos para divertirnos, ellos para ganar. Como cicloturista, nada sería igual si todos los días tuviese que hacer el mismo recorrido. Lo podría entender como una manera de sentirme en forma, pero no me llenaría lo mismo si no tengo la oportunidad de variar e integrarme de cierta manera por las zonas por las que ruedo. Para un cicloturista el recorrido es casi todo y probablemente muchas de nuestras joyas, por mucho que nos gustaría, nunca las veamos en competición. Pero eso no es lo verdaderamente importante: lo que vale es que estén ahí y que tengamos la tentación de conocerlas.
Que exista el debate es bueno, que se opine, que se aporte propuestas, pero insistimos en que siempre de manera constructiva, aunque haya que opinar negativamente de algo. No todos tenemos por qué vivir las cosas de la misma manera, pero estamos convencidos de que a todos, profesionales y aficionados, nos une la bici y sentimos algo especial cada vez que pedaleamos. Y eso es lo que verdaderamente vale.
¡Ale!, a disfrutar del otoño, amigos.

Por Jon Beunza.
Foto: Andoni Epelde.