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Revistas

SUMARIO
    • 02. EDITORIAL.
    • 06. NOTICIAS.
    • 12. MARCHAS Y VIAJES.
    • 18. PRODUCTO.
    • 38. DESTINOS: Hayas en otoño.

Cuando el bosque se viste de gala.

    • 44. COL D’ISERAN: Una fuerza de la naturaleza.

Tour del 92: Chiapucci y una etapa para el recuerdo.

    • 58. Entrevista: JOSE MIGUEL ECHAVARRI.

El origen del Reynolds, la pieza clave.

    • 66. MOMENTOS: Recuerdos del verano.

Alpes-Dolomitas-Pirineos.

    • 76. PAISAJE ES MEMORIA.

Por el valle del Río Mundo (Albacete).

    • 80. MARMOTAS EN PIRINEOS.

¿Hay alguien más por aquí?

    • 86. ENTREVISTA: DELAFÉ.

El cantante que compone canciones en bici.

    • 92. Solo para tus ojos: CERVINO.

La montaña perfecta.

    • 100.FOCUS PARALANE.

Historias de un intenso verano.

    • 104. Ilusiones rotas (pero no tanto…) ALPES.

“Día de agua y viento en La Colombière”.

    • 106. Stages ZIKLO 2018. Adelanto.
    • 110. MIGUEL VIDAURRETA.

El crack del 29.

    • 112. Último kilómetro.
EDITORIAL

De charleta…
“15 de septiembre. Se nos acaba el verano. Toca descansar de tanto viaje, retomar cosas que han pasado temporalmente a segundo plano. Tranquilo, no se me olvida, tenemos pendiente que te cuente cómo ha ido todo y lo haré como te gusta, con detalles.
Hablaremos del Rak, de la Ruta de los Akelarres, de Auritz/Burguete, de Aezkoa, de nuestro querido Pirineo Navarro. Compartimos la idea de que a todo el que viene, le gusta, pero como en muchas otras zonas falta “llegar”, tener la oportunidad de que te conozcan, tentarl y luego convencer. Hay buena tarea, pero, como siempre hemos comentado, no solo hay que mirar hacia afuera; también hay que hacerlo hacia el interior, y cualquier zona que quiera convertirse en un destino ciclista tiene que prepararse para ello: infraestructura y detalles, sobre todo detalles, que los ciclistas, cuando hacemos lo que nos gusta, con pocos “extras” nos conformamos. El territorio manda, pero el plus de estar preparado puede ser determinante.
Sí, sí, también estuve en Italia. Dolomitas la descubrí por ti, y todas las cosas que me contaste, al conocerlas, se han superado. Todavía guardo aquellos viejos mapas, tu interés en recomendarme pueblos, rutas y puertos. Siempre escuché con atención. Creo, que viajando, a todos nos pasa que muchos carteles, nombres, pueblos, nos llevan inevitablemente a ciertas personas y recuerdos. Esas montañas tienen algo que engancha. Llevo varios años seguidos yendo, y espero que la racha pueda continuar. Salir de tu burbuja, ver cosas de fuera y ser receptivo, abre la mente y desbloquea. Como siempre decíamos, nada mejor que “saberse pequeño para sentirse grande”.
Vamos a Alpes. Me volviste loco con los nombres. Hablabas de Avoriaz, Chamonix, Courchevel, Meribel, Tignes, Val Thorens, y yo en esas zonas tenía en mente Joux Verte, Joux Plane, Cormet de Roselend, Iseran, Petit Saint Bernard. Te ibas a lo conocido, a esas estaciones que conociste en tus inviernos de nieve. Si, todas muy chulas, muy grandes, pero para el verano y en bici, a menudo prefiero buscar las “caras B”. El disfrute, lo siento más cerca en carreteras estrechas y puertos de paso. La nieve disimula todo y hasta los edificios se integran en cierto modo en el paisaje. Pero en verano, entre las montañas, el verde y las praderas, esas moles “cantan” mucho más y llama la atención el despropósito de algunas construcciones. Además, ya sabes que los veranos esas zonas se llenan de obras para preparar el invierno. Eso sí -te vuelvo a dar la razón-, tanto en Francia como en Italia, los pueblos de montaña tienen un encanto especial. La madera, lo bien cuidado que está todo, las flores… son cosas que no pasan desapercibidas.
Ahora ya estamos en otoño y seguiremos disfrutando; nosotros no somos de los que dejamos la bici. Ahora con menos tensiones, más en plan disfrutón, tocará compartir rutillas. Habrá días tranquilos, pero seguro que también otros de estirar el cuello. Lo tengo asumido, pero tranqui, el caldo y el pincho de después compensan todo. En mayor o menor intensidad y siempre que la climatología lo permite los planes siguen. Las bicicletas son para todo el año y a veces alucino que la gente se olvide de una de las épocas más espectaculares como es el otoño: colores, carreteras tranquilas, climatología en general benigna… Y si además, puedes aprovechar para compartir momentos con gente con la que no coincides en épocas “de marchas, viajes y darse más caña”, mucho mejor. Imperdonable perdérselo”.
Os dejo con esta atípica “carta-editorial” en la que simplemente he tratado de acercaros algunas reflexiones de mi verano ciclista. Acumular recuerdos, historias, vivencias, es una de las grandes cosas que nos da el andar en bici, pero el efecto se multiplica si somos capaces de compartirlas. Hay que ser decidido, animarse, pillar un plan cuando se nos pueda poner a tiro. Conocer los sitios con los que soñamos, no tiene precio. Muy pocos pájaros se posan dos veces en la misma rama: muchas oportunidades y momentos son únicos. ¡A por ellos!

Por Jon Beunza